"Luchar…
Sobrevivir...
Ganar…
Eras las palabras que siempre le decía su padre, que lo arrojó al infierno para que pudiera formarse y ser el guerrero que el quería que fuera.
Mi opinión valía poco, los débiles no tienen el derecho de hablar.
Se haría fuerte, muy fuerte.
No para enorgullecer a su padre.
No, lo haría porque era la única forma en que viviría la vida que quisiera, sin recibir órdenes.
Luchar...
Sobrevivir…
Ganar…"
Por todo el continente corrió el rumor, de que en medio de la guerra civil de Kiri, apareció un niño con un extraño Keken genkai, que le daba la fuerza de cien hombres, la resistencia de un biju y el volar como si la gravedad fuera nada, todo eso y aún más rumores corrieron.
Todos los que se pusieron en su camino terminaron aplastados, incluso el propio Kage de aldea de la neblina sangrienta.
En medio de un lago, estaba el enorme cuerpo inerte del biju de tres colas, con su estómago abierto, como si algo hubiera surgido de su interior.
Sentado sobre su cadáver, estaba un serio, agotado y herido niño, que solo se quedó en silencio, limpiando la sangre y carne de la que quedó cubierto.
"Chico…"
"…" Naruto levanto la mirada, para encontrarse con una joven kunoichi de cabello pelirrojo, que venia acompañada de varios shinobis más.
El que no lo atacaran, significa que ellos eran de la resistencia, que luchaban contra el kage en el que estaba sentado, que al parecer había comenzado toda una purga contra su propio pueblo.
La líder de la resistencia, ignoro las miradas de pánico de sus aliados, que querían matar al chico antes que los matara a ellos, lo que el demostró hacer, era algo que jamás esperaron ver de un niño.
El miedo a los poderosos traía consigo esa necesidad inevitable de querer acabarlos.
"¿Estás bien?" pregunto con cuidado la kunoichi, que se arrodilló ante el, para sacar un pañuelo y empezar a limpiar la sangre que cubría su rostro.
Apenas podía mantener la compostura para que su pulso no temblará, y mantener una expresión serena, mientras limpiaba la sangre de Biju que cubría al niño.
Mei no sabía lo que este chico era, solo sabía que era el hijo de uno de los seres más poderosos del planeta. Algo obvio considerando todo lo que vio en los últimos meses.
Aturdido el pequeño Uzumaki se quedó mirando a los ojos a la mujer, más específicamente su cabello, le gustaba ese color por alguna razón.
Sintiendo que volvia al poner los pies en la tierra, miro a su alrededor y luego a la kunoichi pelirroja, "Si…" murmuró en respuesta, dejando que la desconocida se acercará, no era como si tuviera las energías para hacer mucho más.
"¿Necesitas algo?" ante su orden, Mei Turime tendría a todo su equipo médico disponible para atender al niño, que termino dando el golpe de gracia a la dictadura de Yagura.
"Yo…" parpadeando, el chico se puso de pie como pudo y miro a su alrededor de nuevo, como si ni siquiera supiera donde estaba, se sentía demasiado confundido y fatigado, pero tenía la suficiente conciencia para distinguir las direcciones por la posición del sol, "… quiero irme a casa…"
Más de uno de los ninjas presentes, se quedaron en shock, al ver como el niño empezó a flotar sobre el suelo y lentamente solo irse elevándose de ellos y perdiéndose en los cielos.
Mei jamás olvidaría ese día y el resto del mundo tampoco.
Un segundo viltrumita había pisado fuerte e hizo que su leyenda se extendiera por todo el continente.
~~~~~~~~~~~~~~~ O ~~~~~~~~~~~~~~~
Lo que alguna vez fue un planeta lleno de vida, solo quedaba partes de el flotando en la oscuridad del frío espació.
La batalla entre dos viltrumitas había sido demasiado para un mundo primitivo, que termino perdiendo todo rastro de vida, que alguna vez vivió ahí.
En uno de los tantos fragmentos del planeta, vemos a un herido y fatigado Nolan, que trataba de detener el sangrado de su estómago.
No muy lejos de él, estaba Naruto, que se levantó lentamente del suelo, su estado era igual de demacrado que su oponente, aunque el tuvo que gritar cuando reacomodo su brazo izquierdo a su lugar de nuevo.
"Mierda" escupiendo sangre, el adolescente hizo que la palma de su mano tuviera un brillo verdoso, el único ninjutsu médico que tenía a su disposición era la palma divina, una que incluso los Chunnin suficientemente hábiles podrían usar.
"¿Qué-e eres-s tu-u?" Nolan no podía levantarse, aunque lo intentará una y otra vez, aunque ahora eso no le importaba.
Ese chico.
Sus habilidades.
Nunca había visto nada eso.
"Único en mi clase" recuperándose lentamente, su fue poniendo de pie, y miro a su alrededor, era una pena que un planeta tan bonito haya terminado de esta manera, "Has perdido Nolan"
"…" apretando los dientes y la herida en su estómago, el viltrumita miro con furia al adolescente, al menos por un segundo, hasta que al final solo dio un suspiro, "Tengo un depósito bajo llave en un almacén de la cuidad, número 78 en el segundo piso, la llave está bajo las tablas de mi escritorio de mi oficina en casa, todo lo que quieres está ahí"
"…" estrechando su mirada, el pelirrojo se quedó mirando el estado del hombre, "Pudiste decirme eso sin la necesidad de pelear, esto no tenía que terminar así"
"No hubiera sido divertido"
"No, no lo sería"
"…" el viltrumita parpadeo al sentir una extraña sensación recorrer su cuerpo, abriendo sus ojos de nuevo, se encontró con el adolescente, que tenía la palma de su mano brillante sobre su estómago.
"Vuelve con tu familia Nolan"
Diciendo esas últimas palabras, Naruto se elevó y en un estallido sónico, salió disparado hacía la infinita oscuridad del espacio, dirigiéndose hacía la tierra.
Nolan por su lado, solo se quedó tirado en el suelo, pasando su mano por la herida de su estómago, se dio cuenta que esta estaba cerrada, la herida mortal estaba curada.
Lentamente el floto, para irse volando en la misma dirección que el Uzumaki.
Esto no había terminado.
Apenas había terminado.
~~~~~~~~~~~~~~~ O ~~~~~~~~~~~~~~~
Al otro lado del universo, en uno de los tantos planetas de un pequeño sistema solar, nos acercamos a un planeta azul.
"Buenos días Satsuki-sama"
"Buenos días" La última Uchiha devolvió el saludo al cartero, ella estaba fuera de su hogar, como siempre al salir el sol ella era la primera en salir de casa a buscar la correspondencia.
Sus ojos miraron con aburrimiento todo el correo basura.
Invitaciones de Daymonios a sus eventos.
Basura.
Invitaciones de otras aldeas a reuniones políticas.
Basura.
Oferta de dos por uno en la tienda del loco Horu.
Esto era bueno.
Revisando la correspondencia, la chica volvió a adentrarse a su hogar, que una casa más modesta de lo que uno pensaría para las kunoichis más condecoradas y poderosas del planeta.
A ellas no le interesaba las excentricidades de la fortuna, tampoco a su esposo, por lo que decidieron vivir casi fuera de la aldea, detrás de los campos de entrenamiento.
Entrando la chica frunció el ceño, cuando capto un aroma en el aire, negando con la cabeza, se quedó viendo a una sonriente Natsumi entrar a la cocina.
La rubia de grandes senos, se paseo por el lugar, desfilando desnuda como vino al mismo mundo, cada paso que daba hacía que sus tetas se sacudieran, y sus caderas se movieran de un lado a otro.
Ella sin siquiera intentarlo, desprendía un aura sensual, que haría a cualquier hombre enloquecer.
Incluso para la Uchiha, fue tentador verla inclinarse para tomar una botella de leche del refrigerador, su trasero en forma de corazón y su zona íntima desbordando de…
"¡Epppp!" Natsumi estaba tan perdida en su mundo, bebiendo su leche, cuando de forma inesperada siento unos dedos hundirse en su coño, que ahora desborda de semen y sus jugos.
Detrás de ella, Satsuki movió sus dedos a mayor velocidad, entrando y saliendo del estrecho coño de su rival, que gemía y jadeaba.
"Dobe" gruñendo su apodo, la Uchiha por fin saco sus dedos del interior de la Senju, que suspiro aliviada y pudo pararse erguida, aún estaba sensible.
"¿Qué?" La chica rubia saco la cabeza de su refrigerador, para mirar sobre su hombro, como su rival miraba con desdén los jugos y semen entre sus dedos.
"Dame el pergamino"
"Pero-"
"No era una sugerencia"
"…" la rubia tuvo un escalofrío cuando vio el Rinnegan y Mangekyou de su rival encenderse, con una sonrisa torpe se rasco la cabeza, "Oh te refieres a ese pergamino, está en la sala"
Dando un suspiro de molestia, la Uchiha salió de la cocina para dirigirse hacía la sala de estar.
Apenas abrió la puerta, su nariz se vio invadida por un fuerte aroma y sus oídos captaron los fuertes sonidos de varias voces en su sala de estar.
"¡Ahhhhh! ¡Vas a romper mi culo~!"
En un sillón individual, estaba uno de los clones del esposo de las dos rivales, que se quedaron viendo a una tercera mujer.
Cabello corto rubio, senos que le darían una competencia a la Senju, que se sacudían ante cada movimiento de sus caderas, impulsándose con sus piernas, ella misma hacía que la gruesa polla del Uzumaki entrara en su apretado culo.
"…" Satsuki le dio una mirada en blanco a la embajadora de Kumo, Samui, una de las kunoichis más hábiles y fuertes de su respectiva aldea, conocida por ser una mujer de pocas palabras y una expresión carente de emociones.
Eso que la caracterizaba ahora no cuadraba con ella.
Su mirada solo reflejaba placer y una ardiente lujuria.
Con sus ojos entrecerrados y lengua colgando entre sus labios, jadeo cuando el clon debajo de ella, tomo sus caderas, para hacer que se sentada sobre su pene y se enterrara hasta el fondo.
Sus piernas quedaron abiertas y su coño desbordó de sus jugos, y restos de semen que quedaron en su interior previamente.
Sus grandes pechos de agitaron y se quedó sin aliento, por como su culo termino siendo llenado como una manguera cargando agua en un globo.
En un estallido de humo, el clon debajo de ella desapareció, y ella quedó tendida en el sillón, como una mirada atontada y tratando de recuperar el aliento.
"Satsuki-san-n" con sus ojos nublados, la rubia de Kumo vio a la última Uchiha en la sala, acompañada de una nerviosa Natsumi, "Buenos-s dia-as" saludo como pudo, con una sonrisa boba y mirada perdida.
"Ese era mi sillón favorito" se quejó la peli negra, que apretó el puente de su nariz, al ver su sillón cubierto de sudor, semen y jugos.
"Lo siento-o" Samui trato de disculparse y ponerse de pie, pero sus piernas le terminaron fallando y siguió jadeando ante la sensación de la semilla del viltrumita escurrirse de sus dos hoyos.
"No te enojes Teme, Samui-chan llegó ayer a la aldea y sabes lo aburrido que es hacer papeleo, necesitábamos divertirnos" se defendió la Kage.
Ayer tuvo muchas reuniones, acuerdos con las demás aldeas y demás.
No sabía que su sueño de ser Hokage sería de esta forma, aunque considerando lo demás que tenía, tenía una más que buena compensación.
Y como Samui fue una de sus últimas reuniones en la noche, la invitó a pasar la noche en su hogar, aunque más que para dormir, las dos se divirtieron con el pergamino dejado por Naruto.
Que contenía más de mil clones, que eran un seguro por si se supone que llegará una invasión de otro mundo.
Las últimas Senju y Uchiha eran fuertes, pero sabían que haya afuera entre las estrellas, había seres aún más fuertes.
Sacudiendo la cabeza, Satsuki fue poco delicada al casi empujar a Samui fuera del sillón, para sacar debajo de ella el pergamino que le dejo su esposo.
"Si quieres bajar tu calentura, mejor folla con la vaca de Kumo" gruño la peli negra, que guardo el pergamino en su bata.
Por su lado, la Senju se cruzó de brazos haciendo un puchero.
"Lo hemos hecho, y no es divertido si no tenemos a Naruto en medio, no hay una gran fiesta sin salchichas"
"Pues que mal" diciendo eso, la Uchiha se retiró a su habitación, dejando atrás a una enojada Uzumaki y agotada Samui, que poco a poco se iba recomponiendo, "¿Cuántos liberaste?" antes de irse, pregunto curiosa de cuantas copias de su esposo fueron liberadas del pergamino, por la sonrisa torpes de ambas rubias, no fueron pocos.
"Pues, solo unos pocos, ya sabes, hay que empezar bien la semana"
~~~~~~~~~~~~~~~ O ~~~~~~~~~~~~~~~
En el hospital de la aldea, varias enfermeras se habían reunido afuera de la oficina de su jefa del hospital más reciente, la aprendiz de la legendaria Sannin de las babosas.
La razón de por la que estaban casi pegadas a la puerta.
"¡Tonto-o! ¡No seas rudo-o!"
Las enfermeras se sonrojaron y mordieron sus labios con envidia, por saber que la chica dentro de la oficina era una de las tantas amantes del hombre más fuerte de la tierra.
Sakura jadeaba con fuerza, su mente se sentía nublada y sus mejillas ardían tanto como su zona íntima, apretando el agarre en el borde de la mesa flaqueo y casi se cayó contra su escritorio.
¿La razón?
Tenía el rostro del Uzumaki enterrado en su culo.
La sensación de su lengua entrando y saliendo de su apretado hoyo, mientras que sus grandes manos estaban amasando sus nalgas con tanta fuerza que las dejo rojas.
"¡Mmmm!" Ella cerro los ojos y ahogo sus gemidos, cuando su coño libero varios chorros de sus jugos, que terminaron mojando sus pies, que apenas podían sostenerla.
"Tienes un culo increíble Sakura" Naruto se deleitó dando unas últimas lamidas al pequeño agujero, y golpeó esas gordas nalgas, que se sacudieron.
"Pervertido-o, estoy en el trabajo" gruño con su voz entre cortada, enojada de que Natsumi haya dejado que varios clones de Naruto salieran a 'divertirse', y uno de ellos vino por ella.
"Me dices eso, pero amaste la sensación de mi lengua en tu culo"
"¡Tu-u!" la médica de cabello rosa gruño, cuando fue rodeada por los grandes brazos del clon, que la abrazo golpeando su pene entre sus nalgas, y tomando su mentón, "¡Mmmmm!"
Ella se sacudió cuando recibió un beso de lengua, la sola idea de que se estaba probando a si misma de una zona tan sucia, tenía que haberla hecho sentir asco.
En cambio, hizo que más jugos se deslizaran entre sus apretados muslos.
"Te voy a coger tan duro Sakura" Naruto bajo una de sus manos, para tomar su pene y apuntarla contra el apretado culo de la chica.
"¡Si~!" rindiéndose ante sus deseos más primarios, la peli rosa gruño ante la dolorosa y placentera sensación del grueso y duro pene del medio viltrumita, que pulgada por pulgada entro en ella, "¡AHHHHHHHH!"
Durante la siguiente media hora, solo se escucho el retumbar de las nalgas de la chica, ser embestidas de una forma frenética y salvaje por el clon, que la hizo llegar hasta el climax varias veces.
No fue hasta que por fin el clon llegó a su límite, y termino llenando el culo de la Haruno, con una última estocada que fue complementada por varios disparos de semen, que hizo que la peli rosa terminará con la boca abierta y ojos en blanco.
15 minutos después:
Las enfermeras se estaban preocupando por su jefa, aunque también gruñían entre dientes por 'la perra suertuda' que estuvo todo el tiempo gimiendo y jadeando.
Casi saltaron cuando la puerta fue abierta y se encontraron con una sonriente Sakura, que estaba un poco desarreglada, pero nada que un minuto en el baño para peinarse y arreglar su ropa no pudiera solucionar.
"Vamos chicas, hoy es un gran día para trabajar"
Las enfermeras solo gruñeron en lo bajo, siempre era lo mismo todos los días lunes, sentían que ardían de envidia.
~~~~~~~~~~~~~~~ O ~~~~~~~~~~~~~~~
En otro punto de la aldea de la hoja, más específicamente en el territorio de los Hyuuga, en una de las tantas habitaciones de la mansión, más específicamente del de las herederas del prestigioso clan.
Se estaba desarrollando cierta situación, que seguro haría que más de una vena le estallara en el cuello de Hiashi.
"¿Lo estoy-y haciendo bien-n?"
"Siempre lo haces Hinata"
Hinata a sus veinte años se había convertido en el sueño de toda mujer, al menos las que tenían conflictos de tamaños.
La tímida Hyuga había desarrollado unos grandes senos, que incluso superaban a su amiga Senju, en cuanto a medidas ella era la ganadora indiscutible.
Grandes y suaves senos, que ante su menor movimiento se sacudían, lo que hizo que ella siempre tuviera que usar vendas para tratar de que no sean una molestia en su carrera Kunoichi.
Sin embargó, ahora estaban libres, grandes y redondos, con pequeños pezones rosas que estaban duros como la madera.
Ella usaba su bendición genética, para rodear la dura longitud de su amor no tan secreto, los apretaba y movía con devoción, la suave carne de sus tetas le daban una sensación de calidez y suavidad que solo Naruto pudo tener por parte de la Hyuga.
Que lentamente abrió su boca, para lamer con timidez la punta que sobre salía de su escote.
"Oh Hinata, eres maravillosa~" el clon se relajo, sentada en la cama de la chica, disfrutando de la mamada y vaivén de sus grandes senos.
La forma en que amasaba esas tetas alrededor de su pene.
El como ella pasaba su cálida y húmeda lengua por su glande.
Incluso abrió su boca lo mas que pudo, para tomar algunas pulgadas y empezar a succionar.
El no podía creer que una mamada podría ser tan amorosa y cariñosa como lo hacía la Hyuga, que parecía en transe, mientras seguía succionando su pene.
"¡Mmmm! ¡Kggghhh! ¡Ghhhhkkk!"
Hinata aumento el ritmo y llevo tanto de la polla como pudo en su boca, llegando a su garganta, amaba el escuchar los gemidos de gusto y la sensación de la mano del Uzumaki en su cabeza, acariciando su cabello.
La alentaba hacer lo mejor posible.
Haciendo vibrar su garganta, sintió su coño chorear sus jugos cuando la polla palpito entre sus senos y boca.
"¡Hinata!" El clon de sombría jadeo feliz, cuando disparó carga tras carga en la garganta de la kunoichi, que más que gustosa de trago cada gota.
Hinata no pudo disfrutar del tragar, cuando fue tomada de sus hombros y levantada como si fuera una pluma por el medio viltrumita, que la dejo recostada en la cama.
Tomando sus tobillos, Naruto separo las piernas de la chica, para apuntar su pene a su blanco y de una sola estocada, la penetró.
Toda la habitación parecía sacudirse, por las embestidas salvajes del Uzumaki, que hizo que Hinata gritara de euforia y puro placer.
Aún quedaba dos cargas más, y los quería en su vientre.
~~~~~~~~~~~~~~~ O ~~~~~~~~~~~~~~~
"Estoy segura que hizo feliz a varias mujeres hoy" dijo con orgullo Natsumi, que sonrió de forma pervertida, pensando en como los clones de su esposo, debían de andar por ahí, satisfaciendo la lujuria de varias de sus amigas.
"Vete a dar una fría ducha Dobe" gruño Satsuki, ella salió de la sala para irse caminando por los pasillos de su hogar.
Ella no tardo mucho para llegar hasta su habitación, cerrando la puerta detrás de ella y activando un sello de privacidad, que no dejaría que ningún sonido saliera.
A la velocidad de un rayo, ella abrió su bata, dejando ver sus duros pezones y fluidos deslizarse por su coño, ella paso sus manos por su cuerpo, tratando de calmar ese calor.
Aunque pudo mantener una expresión de piedra, sentía el fuego de la lujuria arder al haber visto como su esposo follaba el culo de la vaca de Kumo.
Sacando el pergamino, ella hizo lo abrió y con tocar uno de los tantos sellos, hizo que tres explosiones de humo salieran del pergamino.
Desnudos como vinieron al mundo, los tres clones de Naruto, tuvieron una erección instantánea al ver el cuerpo desnudo de la Uchiha, que tocaba con cuidado su húmedo coño.
"Cariño… hazme el amor"
Ella no tuvo que pedirlo dos veces, cuando los clones se lanzaron sobre ella al mismo tiempo.
Fin del capítulo 4.