—La llegada de los perseguidores de Noah era una vista extraña que los cultivadores dentro del Paisaje Infernal no podían dejar de notar —dijo uno de ellos—. No era raro que los expertos entraran a la dimensión separada en grupos. Aún así, era inusual que tantos activos sin una organización aparente se unieran tan pronto como comenzara su exploración.
—Sin embargo, ningún guardia podía detenerlos ya que todos tenían tarjetas y fichas que indicaban su posición dentro de varias organizaciones. Algunos de ellos incluso habían trabajado para múltiples fuerzas, por lo que sus credenciales les permitían evitar la mansión sin encontrar problemas —continuó explicando.
—Rastrear a cultivadores dentro del Paisaje Infernal era bastante difícil, especialmente si abandonaban las áreas seguras. Las masivas llamas que componían la mayor parte de esa dimensión separada podían destruir rastros y restos de auras en segundos —murmuró otro cultivador.