Huo Mian sabía que Ni Yang no podría soportar tanta presión junta, pero igualmente quería probar suerte y ver si él podía liberarse de sus cadenas emocionales. Su reacción ese día determinaría si perdonaría a su madre o no, por lo que tenía que hacer lo mejor que pudiera...
—No, ella no me ama, ¡nunca se preocupó por mí! Lo único que le importa es ese otro hijo suyo, solo lo ama a él —Ni Yang comenzó a llorar y colocó ambas manos en su cabeza. Negaba completamente la situación...
Huo Mian se acercó lentamente a Ni Yang y se inclinó frente a él. Le dio una suave palmada en la espalda, como si consolara a un niño.
—Shuai Shuai es un niño inocente como tú. No fue su decisión venir a este mundo, lo único que quiere es vivir su vida en paz. El creció con solo un padre, al igual que tú... Además de tu madre, es la única otra persona con la que tienes un vínculo de sangre... Espero que puedas pensar las cosas desde otra perspectiva.