```
—Song Yan salió con calma de la oficina de Shen Yue. Después de vivir como un fantasma durante quinientos años, había convertido su corazón en algo tan duro como una roca. Tales pequeñas cosas ni siquiera le hacían cosquillas, mucho menos la hacían enfadar hasta arruinar su estado de ánimo. Sus ojos se desplazaban hábilmente por el pasillo vacío mientras se dirigía hacia el ascensor.
—Prepararse para venir a la empresa parecía haber sido en vano. Debería haberse quedado en casa y haber revisado primero el foro de la empresa antes de venir aquí. No era que los rumores la enfadaran, pero de hecho estaba molesta por haber perdido el tiempo al venir a la empresa —dijo para sí misma—. Si se hubiera quedado en casa, podría haber dibujado algunos talismanes y venderlos en el mercado nocturno, pero en su lugar tuvo que pasar por todo eso.