Casio Pov
—Es demasiado temprano para ir al palacio real, su alteza —Ian repitió la misma frase por enésima vez.
—Si quieres quedarte y dormir más, adelante. Yo me voy ahora —respondí con un ligero enojo y él sacudió la cabeza.
—Siempre te sigo, mi señor. Eso es lo que mi trabajo implica —dijo y yo sacudí la cabeza.
—Tómalo como si te hubiera dado un día libre.
—Pero su alteza, ¿por qué necesito un día libre? —inclinó la cabeza y yo no sabía qué responder. ¿No debería estar feliz de que estaba recibiendo un descanso y que podría descansar?
Ambos entramos al carruaje y nos sentamos. Cerré los ojos, había dejado a Marianne sola por el momento, pero había pensado que ella me invitaría antes del último día.
No me importaba mucho asistir a la fiesta. ¿Acaso ella no sabía cuánta presión debía soportar con gente que no me veía allí?