Tania palideció mientras el horror burbujeaba en su pecho. ¿Por qué el rey siempre estaba empeñado en quitarle la ropa? Bajo esa fachada de caballero en armadura brillante, ¿era acaso un lobo salvaje? Demasiados pensamientos giraban en su mente, pero se dio cuenta de que él solo había querido cuidar de ella. —Yo