Justo como Dani había anticipado, los rumores falsos comenzaron a circular, los cuales se volvían más y más extravagantes conforme la gente exageraba y culpaba a Mineah y su supuesta maldición por la tragedia que sucedió en la provincia de Norman. En respuesta, Laura hizo todo lo posible por difundir la verdad para contrarrestarlos. En ese momento, la única manera de disipar los rumores falsos era tomar medidas serias. Y con las órdenes de Nikolai de capturar y encarcelar a cualquiera que difundiera rumores falsos y manchara el nombre de Mineah, la situación se puso bajo control sin demasiado esfuerzo. Cuando terminó con sus responsabilidades, Dani se sintió agotada y exhausta. Aún así, se alegró de que Mineah finalmente despertara.