"Los ojos de Dani se abrieron de par en par cuando Abel la atrajo hacia él y colocó casualmente su brazo sobre sus hombros.
—Sí, usaremos mi habitual sala privada —comentó Abel con una breve reverencia—. Tráiganos las mejores bebidas que tengan. Planeamos emborracharnos toda la noche, así que asegúrense de que no haya disturbios. —Le dio una sonrisa burlona mientras la guiaba a su supuesta habitación—. Vamos. Tú empezaste esto, mi compañera de bebida.
Dani apretó los labios ante su comportamiento, pero no se molestó en debatir con él más ya que no quería causar un alboroto. En cambio, dejó que el brazo de Abel se quedara sobre sus hombros. Era la primera vez que ella estaba tan cerca de un hombre y, por alguna razón, se sentía un poco extraña al respecto.
Tan pronto como estuvieron en una sala privada, Dani de inmediato quitó el brazo de Abel de sus hombros.
—¡Cómo te atreves a tocarme! —exclamó con una mirada oscura en su rostro mientras se sentaba en la silla más cercana.