Cerca del mediodía, Rosa ya había regresado con su familia y se había despedido de Charlotte y de Janice.
Quedaba poco tiempo en este reino, así que se dirigieron a los muelles donde muchos de los barcos de Zayne ya habían empezado a zarpar hacia casa mientras otros llegaban para reemplazar al grupo de Zayne.
Rosa tenía mucho que observar en el muelle. Era su primera vez aquí, así que tenía que absorberlo todo. Era ruidoso con muchos barriles y cajas de madera siendo transportados, así como un terrible hedor a pescado ya que los pescadores regresaban con sus capturas.
Los muelles estaban más animados que el pueblo, ya que los pescadores no querían tomarse muchos días libres para obtener sus capturas.
Rosa tenía que tener cuidado de no dejar que su vestido tocara el pescado que se transportaba y llevar el olor al barco, pero con Zayne cerca de ella, no había muchos que se atrevieran a acercarse. Aún caminaba con el enemigo a los ojos de los lugareños.