—Anna, este sería un buen momento para que le muestres a Rosa alrededor pero sola. No es momento para que ella se encuentre con tus amigos. Muéstrale algunos lugares que te gustan y pasen un momento juntas. Yo prepararé a los guardias para ustedes —dijo Madeline.
—Sí, madre —respondió Anna, no muy entusiasmada sobre cómo tenían que pasar el día pero lo haría por su madre—. ¿Recibiré un vestido nuevo mañana ya que tomaste el mío? Tenía ese para asistir al baile de cumpleaños del conde y ahora debo reemplazarlo.
—Recibirás un vestido nuevo si te comportas bien. Solo será uno ya que no me agrada que siempre pierdas tus joyas. Si tu padre dejara de reemplazarlas, entonces tendrías más cuidado en no perderlas —dijo Madeline, mirando a Víctor.
Víctor se aclaró la garganta. Él las encontraba cada vez y no era él quien las perdía, ¿entonces por qué estaba siendo regañado con la mirada de Madeline? —No recibirá más por el resto de la temporada.