—Lo hice y su asistente me aseguró que iba a transmitirle el mensaje.
A Ariel no le cabía en la cabeza por qué tenía la sensación de que su jefa estaba evitando al guapo Presidente Shawn Hudson. Aunque no lo había conocido antes, pero según lo que otros decían de él, era el sueño de toda mujer y todavía estaba soltero. Me pregunto por qué mi jefa dejaría escapar a un hombre tan sobresaliente como el Presidente Hudson. No sólo es guapo como se rumorea, sino que es extremadamente rico. Si fuera yo, aprovecharía esta oportunidad con todas mis manos y piernas.
Inconsciente de la mente de Ariel que había entrado en modo de fantasía —comentó Kathleen —, mi padre me ha pedido que me encuentre con él en algún lugar, así que me iré primero.
—Se dirigió hacia su coche, luego recordó que Ariel había dejado su coche en la empresa esa mañana. —Pero tendré que dejarte en un lugar donde puedas coger fácilmente un taxi, ya que no has venido en tu coche.