[Recomendación musical: Gracia Matutina - OST de Princesa Tutu.]
Gale ya no tenía control sobre su cuerpo.
Había perdido la racionalidad, y en su pensamiento vacío, no había nada más que una palabra que resonaba sin parar; Procrear.
Procrearla.
Procrearla.
Procrearla.
Miró hacia la mujer, que estaba completamente cubierta bajo la gruesa manta. Agarrando la manta, la lanzó a un lado, exponiendo la frágil figura femenina que sería su festín esta noche.
Lo que vio debajo fue una mujer con brillante cabello rubio. Su cuerpo emanaba un suave resplandor dorado. Su aroma único y seductor era como una bomba que estalló en la cueva, haciendo que la bestia incontrolable se echara atrás involuntariamente mientras de repente sufría un terrible dolor de cabeza.