Cati sentía que nada existía en brazos de Alejandro. Cerró los ojos sintiendo paz después de un largo tiempo. Al alejarse, notaron que la lluvia no tenía intención de detenerse. El silencio resultaba tranquilizador y las gotas sonaban al golpear el terreno y las paredes.
—Recibí la nota de Elliot. ¿También está aquí?
—Elliot no vino conmigo, pero está en la aldea con Sylvia. Llegaron a Mythweald hace dos días.
—¿Sí? No vinieron por asuntos oficiales, ¿o sí?
Alejandro asintió. El Señor notó que la joven descubría los detalles sin necesidad de muchas explicaciones. Aún quedaba una semana del periodo de prueba, por lo que los vampiros y humanos en otros territorios se mantenían alerta.