En el cielo sobre el vasto desierto, un enorme y aterrador demonio miedo dorado estaba peleando contra un hombre en armadura negra. La batalla era intensa y ambos peleaban cuerpo a cuerpo.
Pum, ¡chi!
El golpe que dejaba tajos en el espacio sólo lograda atravesar las escamas y la piel del demonio miedo dorado. A pesar de que sangre dorada caía, con la energía inmortal que fluía en su cuerpo esas heridas no significaban nada para él.
Aullido… el demonio atacaba a Luo Feng.
Luo Feng aparecía y desaparecía esquivando los ataques y atacando.
Su espada destellaba.
En los cielos.
—¡Humano despreciable! —gritó el demonio después de pelear por un rato—. Es demasiado astuto, sus habilidades para esquivar y esconderse son demasiado buenas, ni siquiera puedo lastimarlo.