La mirada de Fors se encontró con la de Xio mientras ambas permanecían en silencio.
Después de un rato, Fors se rió secamente al hablar: —Ja, ja, ¿No has podido dormir?
Xio frunció el ceño y dijo: —¿Qué te pasó?
—Nada. ¿No te lo dije antes? Cada vez que aparece la luna llena, mi estado se ve afectado. Dicho efecto es aún peor durante una Luna de Sangre —respondió Fors como si fuera lo más normal.
Xio la observó mientras estiraba su manta.
—Recuerdo que trajiste pastillas para dormir ¿Verdad?
—No hay necesidad de eso ahora. Estoy bien —viendo que Xio ya no insistió en seguir hablando, Fors lanzó un suspiro de alivio en secreto—: Vuelve a dormir. Tenemos que ir al bosque temprano en la mañana.
Ya en silencio, Xio se dio la vuelta, agarró su manta y cerró los ojos.
En poco tiempo, su respiración se volvió más pesada, pausada y uniforme.