El primer sospechoso que Klein consideró fue, sin duda, el Rey Elfo Soniathrym.
Ese dios antiguo había creado los palillos chinos, preparaba tortas de sangre, disfrutaba comer las entrañas de los animales y era bueno usando especias para cocinar. "Sus" descendientes tenían rasgos faciales, cabellos y ojos cuyos colores se parecían a los Asiáticos en la Tierra. Klein no solo sospechaba que "Él" era un transmigrador, incluso el emperador Roselle compartía esos mismos pensamientos.
Por supuesto, tras profundizar en sus investigaciones, Roselle descartó la hipótesis relacionada a su lenguaje, símbolos, proverbios tradicionales y otras facetas. Klein creía que usar palillos como cubiertos, la preferencia por comer vísceras y utilizar especias al cocinar no era un rasgo exclusivo. ¡Tratándose de una especie que disfrutaba de la naturaleza, era posible que esos comportamientos aparecieran gradualmente en su vida diaria!