El baño estaba dividido por dentro. El vapor producto del agua caliente cubría toda la bañera.
Aparte de su cabeza, todo el cuerpo de Klein estaba dentro del agua caliente. Yacía allí con tanta comodidad que ni siquiera deseaba mover los dedos de los pies.
«Qué hermosa noche... Si tan solo no estuviera Cynthia afuera. Aún tengo que lidiar con ella más tarde...» Suspiró mientras consideraba qué excusa usar para evitar tener intimidad con ella.
Según las costumbres del almirante Amyrius Rieveldt, decidió apelar al trabajo como primera excusa. Después de eso, intentaría la excusa de que no se sentía bien, o que perdió la capacidad de tener relaciones sexuales, o que necesitaba algo de tiempo para digerir un medicamento que acababa de tomar, o que de repente se dio cuenta de su verdadera orientación sexual en la que encontraba el pelo rizado de los babuinos extremadamente atractivos.