章 1161: Un instinto inherente

Tan Bengbeng era la única que había presenciado esa escena, pero ella estaba impotente.

Mo Qian y Nian Nianyu fueron drogados y gravemente heridos, y definitivamente sería imposible para ella llevarse a tres personas en función de sus habilidades. Además, había tanta gente pisándole los talones...

Mo Qian debió haber sabido que si ambos hubieran seguido a Nian Xiaomu a la habitación, ella también estaría abandonada en la casa en llamas.

Como tal, decidieron encerrarse y pasaron la única tarjeta de supervivencia a su preciosa hija.

El amor de un padre y una madre era tan poderoso y enorme como la montaña y el mar.

Nunca era alguien que permitía que sus lágrimas cayeran fácilmente. Sin embargo, en ese momento, ella gritó incontrolablemente junto con Nian Xiaomu.

Sin embargo, ella era una guardia secreta que tenía una misión que cumplir desde el momento en que nació.

Proteger a Nian Xiaomu era su creencia.