Miró a Qiu Xuezheng, queriendo decir algo, pero recordando la actitud del Abuelo la última vez, no se atrevió a hablar.
—Hmm —bajó la cabeza Qiu Xuezheng, lentamente tomó un sorbo de té, su mirada aún fija en la entrada—. No salgas estos próximos días, practica más tus caracteres grandes, pule tu temperamento.
Qiu Boqing fue a encontrarse con la Familia Ren, Ren Qian quería que él hiciera contacto con Qiu Xuezheng en su nombre.
Pero cuando las palabras llegaron a su boca, no se atrevió a decirles.
A punto de subir las escaleras para practicar caligrafía, el portero trajo a alguien.
—Profesor Qiu, ha llegado el estudiante Bai —dijo.
No cualquier persona podía entrar a la residencia de Qiu Xuezheng; él había informado al portero con antelación.
Bai Lian cruzó el umbral, caminando lentamente. Ella llevaba una mochila y saludó educadamente a Qiu Xuezheng.
—Profesor Qiu —saludó ella.
Sus cejas y ojos relajados y casuales.