—Señorita... Martha me pidió que le entregara esto —Hannah se tensó al oír la voz. Pertenecía a Henry. Estaba segura. Solo salió de su trance cuando Evelyn la empujó ligeramente y por su lado, escuchó las risitas de Ami y Miri.
—Gr...gracias —murmuró mientras tomaba el plato que ya tenía las verduras cortadas de sus manos.
—Está bien. Todos deberían ayudarse unos a otros —Henry dijo con calma. Al ver su expresión seria y escuchar sus palabras correctas, Hannah se sintió como si tuviera la mente más sucia del mundo. No pudo ni hablar, así que solo asintió con la cabeza mientras Henry preguntaba a Martha si él y sus hombres podían ayudar en algo más. Sin embargo, todas las verduras estaban cortadas, así que su trabajo había terminado. Martha les dijo que podían marcharse.
Hannah se sintió decepcionada al ver que Henry se iba mientras Ami ponía los ojos en blanco al ver su expresión.
—Mira tu cara... una tonta enamorada si es que hay algo más desagradable!