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Atticus miraba la figura que se alejaba de Zoey mientras ella se marchaba. Estaba tan cautivado por su belleza que ni siquiera se había dado cuenta del aroma floral y persistente que dejaba tras de sí mientras se movía.
Con un timbre, las puertas del ascensor comenzaron a cerrarse lentamente, oscureciendo la vista de Atticus de la escena encantadora.
Distraídamente, continuó mirando hacia adelante, fijándose en la delgada línea donde se encontraban las puertas del ascensor, como si quisiera que se volvieran a abrir para poder prolongar el momento.
Sin embargo, la realidad intervino con el sonido repentino de una voz de IA:
—Por favor, seleccione un piso.
La voz pareció sacar a Atticus de su ensueño y, con un gesto renuente, pulsó el botón del piso baja.
El ascensor reconoció con un timbre e inmediatamente empezó a descender. Atticus ni siquiera había pensado en seleccionar un piso cuando Kael lo empujó al ascensor con Zoey.