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Como por arte de magia, lo que antes era una escena armoniosa se volvió caótica en un instante.
Los invitados huían en todas direcciones, las balas volaban por todas partes...
Al oír el primer disparo, Hai Xiaotang ya se había zambullido para buscar refugio.
Se escondió en un rincón del balcón, miró a través de los huecos entre las cortinas y observó cómo se desarrollaba la situación.
El equipo encubierto de Tao Yi estaba inmerso en un feroz tiroteo con un grupo de hombres.
La oposición parecía ser una banda, con cada miembro armado y peligroso, sus ataques eran despiadados y letales.
Hai Xiaotang mantenía su mirada fija en Tao Yi, aterrada por la idea de que pudiese resultar herido.
Afortunadamente, él era altamente hábil...
En apenas un momento, casi todos los invitados habían huido, dejando solo a los dos bandos en combate.