El día en la Academia Mágica Imperial comenzó como cualquier otro. El sol se elevó en el cielo azul claro, sus rayos bañando las torres altas y las aulas amplias con su luz dorada. Pero en la sala de Johnathan, el ambiente era diferente. Un aire de tensión y expectación se cernía sobre los veinte estudiantes, a medida que se daban cuenta de la tarea que tenían por delante.
Johnathan miró a sus estudiantes, sus ojos serios y determinados. "Vamos a desafiar a otro salón de clase", anunció, su voz resuena en el silencio del aula. Un murmullo de sorpresa y nerviosismo se extendió por la sala, a medida que los estudiantes asimilaban las palabras de su profesor.
Arnold, de la familia Ashford, fue el primero en romper el silencio. "¿A qué clase vamos a desafiar, profesor?", preguntó, sus ojos castaños oscuros llenos de preocupación.
"La decisión la tomaremos entre todos", respondió Johnathan. "Pero tenga en cuenta que nuestro objetivo es subir en la clasificación, así que debemos elegir sabiamente".
Freya, de la familia Valeria, asintió, sus rizos dorados brillando a la luz del sol. "Tiene sentido. Pero, ¿a quién debemos desafiar? ¿La clase B? Son fuertes, pero no son invencibles".
Ethan, de la familia Stormcliff, frunció el ceño, sus ojos azules reflejaban una inseguridad escondida. "Siempre hemos sido...bueno, los perdedores. ¿Es posible que podamos vencerlos?"
Luna, de la familia Moonshadow, se giró hacia Ethan, su voz suave pero firme. "Ethan, tenemos que creer en nosotros mismos. Tenemos al profesor Johnathan con nosotros. Si él cree que podemos hacerlo, entonces debemos hacerlo".
Giselle, de la familia Greenwood, asintió en acuerdo. "Luna tiene razón. Hemos estado trabajando duro y hemos superado muchas pruebas juntos. Somos más fuertes de lo que pensamos".
La discusión continuó, con cada estudiante contribuyendo con sus pensamientos y opiniones. Algunos todavía dudaban, sus miedos y preocupaciones dificultando su juicio. Pero a medida que la conversación continuaba, una resolución sólida comenzó a formarse. Estaban dispuestos a enfrentar este desafío, dispuestos a luchar por su lugar en la academia.
Finalmente, después de una larga discusión, llegaron a una conclusión. Desafiarían a la Clase B, conocida por ser la segunda mejor de la academia, en dos meses. La decisión fue recibida con un silencio cargado de determinación y expectación. Cada uno de ellos sabía lo que esto implicaba, y estaban dispuestos a enfrentarlo.
Johnathan les sonrió, orgulloso de su determinación. "Entonces está decidido", anunció. "A partir de mañana, nuestro entrenamiento será diez veces más duro que antes. Todos deben llegar a Platino de 5 estrellas antes de enfrentar a la Clase B. Será difícil, pero sé que podemos hacerlo".
Los estudiantes asintieron con determinación, cada uno de ellos resuelto a enfrentar lo que sea que les esperaba. Johnathan los miró, su corazón lleno de orgullo y anticipación. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero también sabía que estaban listos para el desafío.