Solo habían estado volando en el Campo de Batalla Planar por menos de medio día, pero finalmente se encontraron con un viajero solitario. Linley sabía que los soldados ordinarios no podrían estar viajando solos.
—¡Movámonos más cerca! —dijo mentalmente. Lo que Linley tenía que hacer ahora era... descubrir si era alguien de su lado o un enemigo. Linley y Bebe avanzaron silenciosamente a través de la hierba, acercándose, sin atreverse a soltar incluso el más ligero rastro de energía, por miedo al descubrimiento del enemigo. Momentos después, la distancia entre los dos se redujo a doscientos metros.
—¿Eh? No puedo sentir el aura de la insignia de él —dijo Bebe.
Linley no pudo evitar sentirse emocionado.
—¡Un enemigo!
Las personas del mismo lado podrían sentir las insignias de sus aliados. Ser incapaz de sentir la insignia... ¡significaba que era un enemigo!