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68.96% DISFRUTAR PLENAMENTE MI VIDA / Chapter 74: Un pacto con el Diablo (EDITADO)

章 74: Un pacto con el Diablo (EDITADO)

(Tienda de conveniencia, justo después de que Kurama sea liberado de sus ataduras)

"Q-Que diablos… ¡¿todo eso fu real?!"

Exclamó sorprendida la mujer Uzumaki después de despertar de ese 'sueño' en donde había aprendido algo que quizás nadie en el mundo sabía sobre los Bijus.

¡Conoció su verdadero origen y comprendió cuales eran los verdaderos sentimientos de 'Kurama', el verdadero nombre del Kyubi!

¡Entendió que el sujeto a quien ella pensaba decirle un par de cosas con respecto a su amiga Mikoto era un ser muy por encima de las propias bestias de cola, siendo esto algo… aterrador!

"Claro que fue real Kushina" – Le respondió un sonriente sujeto, quien estaba sentado al costado de ella.

El saber que este tipo, en palabras del zorro gigante, era una cosa que podría extinguirlo completamente, le debería generar un pavor y ansiedad demasiado grande a la esposa del Hokage… pero nada de esto era lo que sentía ella.

Yuuma nunca se había mostrado autoritario ni prepotente.

De lo que sabía Kushina, jamás había coaccionado a alguien para que haga algo que no quisiera, era muy atento con los niños.

Parecía un sujeto común y corriente, un tipo que no se preocupaba por mucho, a quien no le interesaba el poder o la riqueza.

Aparentemente… era demasiado sencillo, por lo que su perfil no encajaba con alguien que concentraba mucho poder.

"¿Por qué…hiciste esto?" – Preguntó la mujer pelirroja mientras tenía la cabeza agachada, evitando cruzar la mirada con el hombre al lado de ella.

No sabía por que un sujeto de tal calibre tendría la necesidad de hacer algo como ello.

"No hay que darle muchas vueltas al asunto Kushina, la verdad es que me causaste interés y por ello lo hice"

Yuuma responidó de manera tranquila mientras miraba haca el frente, sin ver 'aparentemente' la reacción de sorpresa en la mujer.

"¡Q-Qué! ¡¿Acaso quieres jugar conmigo?! ¡Te pregunté si lo de Mikoto y tú era algo serio y ahora me estás diciendo esto?!"

La reacción airada de la mujer explotó debido a un cúmulo de sentimientos extraños que habían estado anidando en el fondo de su corazón:

Sorpresa, disgusto, colera, frustración, amargura… incluso deseo.

Sin esperar nada, Kushina trató de golpear nuevamente a este sujeto, quien la atrapó suavemente y la atrajo hacia su pecho.

"¡¡!!"

Los ojos de la Uzumaki se abrieron como platos cuando se vio recostada sobre el pecho de este hombre, entre sus brazos que la habían abrazado cálidamente.

Su mente casi se colapsa debido que la sobrecarga de sensaciones se fue apaciguando poco a poco, hasta quedar en calma.

Previamente ella se sentía 'extraña' estando al lado de este sujeto, por lo que tenía una mala espina con respecto a él.

Su extrovertida personalidad no podía mostrarse y eso la hacía sentir ansiosa. Ella era una mujer que difícilmente podría ser aplacada.

Incluso con su esposo, quien se supone que debe ser la persona más íntima para ella, no había logrado frenar la personalidad de Kushina, por lo que ahora esto era una novedad para ella.

"Por favor Kushina, no te precipites. Te he dicho que me interesas, pero no presumas que solo es en 'ese' sentido. Yo no soy de este mundo, por lo que no puedes medir mis estándares con los de este lugar" – Habló el sujeto mientras le acariciaba el cabello rojo, haciendo que la mujer comience a sentirse extraña… pero no desagradable.

"Se que te preocupa el asunto de tu embarazo, por lo que decidí eliminar ese problema. Ahora podrás tener una buena relación con el zorro gruñón, quien no te dará problemas con el asunto del parto. Es más, podrás afrontarlo sin contratiempos"

La mujer no sabía que creer en estos momentos.

Escuchaba las palabras de este hombre, pero su mente estaba concentrada en la sensación cálida y tranquilizante que recibía al estar entre sus brazos, haciendo que cerrara los ojos mientras se perdía en esta sensación.

"Además, no es por pena o caridad. En ti veo a una mujer fuerte, decidida y sin miedo a hacer las cosas, pero también te veo frenada por algo… o alguien"

Estas palabras hicieron que los ojos de Kushina, previamente cerrados, se abrieran lentamente, sin alarmas, sin sorpresas, como si ya supiera lo que este tipo diría.

"Desde que llegué a este lugar escuché muchas historias, pero la que más me interesó fue de la pequeña niña pelirroja a quien la molestaban por su color de cabello y como fue rescatada por un talentoso muchacho. Se que no eres tonta y te has dado cuenta de todo eso, pero aceptaste tu destino tan fácilmente, mientras ponías grilletes a tu verdadera forma de ser"

Kushina sabía perfectamente a que se estaba refiriendo este sujeto.

Desde que llegó a esta aldea supo cual seria su destino y como poco a poco fue siendo encaminada para estar al lado del sujeto más talentoso de la aldea.

Era como el caso de su amiga Mikoto, quien no pudo soltarse de los mandatos del clan Uchiha.

Del mismo modo, ella no pudo ir en contra de los mandatos de la aldea, por lo que aceptó su destino. Sin embargo, ella se planteó aprender a querer el camino que se le había dado, ya que Minato no tenía la culpa de esto.

Ella no era estúpida, sabía que debería haber una explicación para todo lo que sufrió, desde el acoso en la escuela, hasta el intento de secuestro, todo parecía ser 'casualidades' de la vida, pero nunca se trató de buscar respuestas para ello.

Sin embargo, Kushina nunca dijo nada, ya que este lugar no era Uzushiogakure, no estaba con sus familiares y amigos, incluso ellos ahora no existían, por lo que estaba completamente sola en este lugar, ya que no importa los amigos que tengas, frente a los que tienen el poder no eres nada.

Podría haber sido peor para ella, ya que no solo era la Jinchuriki del Kyubi, sino una de las últimas de los Uzumaki, por lo que podría haber terminado siendo una fabrica de niños pelirrojos para el beneficio de este lugar.

Eso la frustró grandemente, pero ella nunca lo demostró, ya que el 'destino' elegido para ella era el 'mejor' que podría haber obtenido.

Al final de cuentas, ella había caído en el mismo juego de estrategias que el resto de esas mujeres quienes tenían sus destinos sellados.

La diferencia con Kushina era que había aprendido a amar a su esposo… o al menos era lo que creía.

Pero Minato no podía seguirle el ritmo, por lo que ella había 'suprimido' su verdadera forma de ser, por eso es que no se quejaba del no contacto de su esposo y solo lo apoyaba con todo lo que tenía, por eso es que decidió alejarse del mundo ninja para convertirse en una ama de casa… todo por aceptar su destino impuesto…

"No se si lo sabes, pero negar tu forma de ser es algo que no podrás hacer por mucho tiempo ya que la palabra 'frustración' está escrita en toda tu frente. Solo te daré un consejo, si quieres puedes hacerme caso o puedes olvidarlo, eso no me hará daño: ahora que tienes el poder de Kurama contigo, piensa seriamente en lo que quieres como tu destino"

¡Las palabras del hombre hicieron que la mujer pensara en toda la verdad que había decidido no recordar... en todas las cosas que había aceptado... a todo lo que se había rendido!

"¿Puedes soltarme por favor?… creo que ya estoy calmada" - Fue lo único que dijo la pelirroja después de un buen tiempo en silencio.

Yuuma solo sonrió para sus adentros, así que la dejó ir mientras la mujer se sentaba derecha, pero sin pararse o irse.

Así estuvo un buen rato, en silencio, como si pensara en diferentes cosas, hasta que finalmente habló.

"Te agradezco por este 'regalo' tan grande… jamás podré pagártelo. Si quieres que haga algo por ti que esté dentro de mis posibilidades, lo haré. Sin embargo, debes saber que yo soy una mujer casada, amo a mi esposo y tendré pronto un hijo, así que te pediría no volver a mencionar esto de nuevo"

Kushina se levantó y dio un par de pasos hacia el frente, para luego detenerse y regresar la mirada mientras trataba de sonreír.

"se que no te puedo medir con las costumbres y valores de este mundo, pero Mikoto es una gran mujer, así que no le hagas daño por favor…. Ella ha sufrido mucho, merece una segunda oportunidad"

Sin decir nada más, volvió a caminar mientras se alejaba…

..........................

(En el presente)

Kushina abrió los ojos lentamente al sentir los rayos del sol cubriendo su rosto.

Con un movimiento de su mano pudo percatar de lo vacía que se sentía su cama.

'Otra vez... sola'

Se levantó lentamente mientras se quedaba mirando toda su habitación por un momento.

Cuando dirigió la vista hacia su ventada, captó sobre la mesa de noche un marco fotográfico en el cual estaba la foto de su boda.

Tomó la foto en sus manos y acarició el marco mientras intentaba recordar todas las cosas que había vivido con Minato desde que fueron niños hasta estos días.

Intentó recordar todas esas experiencias que la llevaron a 'enamorarse' de su esposo… pero en su mente solo podía pensar en las palabras que Yuuma le habia dicho el día de ayer.

Sacudiendo su cabeza dejó el cuadro en su lugar, se levantó y se fue a alistarse para comenzar un nuevo día.

Sin que ella se diera cuenta, no se había puesto a pensar seriamente en la ausencia de su esposo, ya que era algo común despertar sola desde que Minato se volvió Hokage.

¡No obstante, se había olvidado que el rubio había estado ayer en la casa!

No recordó que ella se fue a acostar mientras que su esposo salió un rato a 'caminar' por lo que Kushina se durmió sin esperarlo, ya que su mente cansada se rindió rápidamente al sueño.

'Estas con la cabeza fuera de lugar' - la voz del zorro resonó en la mente de Kushina.

'Esto es algo difícil de digerir… lo tuyo ya es mucho como para pensar en mis problemas' - respondió la mujer Uzumaki.

'Hmph… ¿crees que me puedes engañar? Recuerda que se lo que piensas. Ese sujeto si que ha calado mucho en ti gracias a esa pequeña charla entre ustedes eh' - dijo el Biju de manera burlona.

Kushina detuvo sus manos mientras pensaba nuevamente en esas palabras que habían sido dichas el día de ayer, lo que generó un hormigueo en todo su cuerpo haciéndola reaccionar asustadamente.

'¡Que estás diciendo maldito zorro!' - exclamó la mujer mientras se apresuraba a terminar de alistarse.

'Jajajaja yo no he dicho nada que fuera real' - respondió Kurama con una gran risa, haciendo que la mujer Uzumaki dejara de prestarle atención y tratara de olvidarse de todo lo ocurrido el día de ayer mientras salía de su dormitorio y comenzaba a hacer las cosas del día a día.

+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Con un destello, Minato apareció en una ubicación aleatoria en los alrededores de la tienda de conveniencia.

Sacudiendo la cabeza, el Hokage caminó hacia el local.

Cuando entró, puedo ver como Yuuma estaba tras el mostrador con una pequeña sonrisa en la cara, mientras tenía la mirada dirigida hacia abajo.

Levantó los ojos y al ver al Hokage solo siguió sonriendo mientras parecía que 'acariciaba' algo entre sus piernas.

*Ghukh*Ghukh*Ghukh*

En ese momento se escucharon arcadas provenientes por debajo del mostrador, en donde Minato había sentido la presencia de alguien.

Eso hizo que el Hokage se quedara parado mientras su mente volvía a recordarlas cosas de ayer.

"¡Hey Minato! ¿cómo estás? ¿que cuenta la vida?"

Yuuma habló con un tono relajando mientras las arcadas se detuvieron repentinamente, pero la mano del tendero se movió de una forma extraña, haciendo que los sonidos se reanudaran.

"Umm, Minato ¿estás bien? Responde... no te quedes ahí parado"

Estas palabras sacaron de su sorpresa inicial a Minato, quien sacudió su cabeza y se acercó al mostrador, pero no mucho, ya que no quería presenciar algo desagradable.

*Gluph* "Ahh~…" *Ghukh*

"Y bien ¿qué te trae por mi tienda?" – volvió a preguntar el tendero.

Minato lo miró por un raro mientras trataba de ignorar los sonidos de succión y arcadas, los cuales eran claramente producidos por una mujer entre las piernas de ese sujeto.

"Quisiera hablar de lo que me mostraste ayer… en privado" – Dijo el Hokage mientras trataba de ser lo más serio posible.

"¿Te refieres a lo de la mañana o lo de la noche?" – Yuuma habló mientras movía su mano entre sus piernas, haciendo que el ninja rubio se pusiera más incómodo.

"Lo de la mañana" – Como el Hokage lo supuso, este tipo sabía que lo habia estado siguiendo ayer, por lo que negarlo sería estúpido.

"¿Bueno, de que quieres hablar? No debes preocuparte de que la traviesa Hanae diga algo, ella tiene la boca 'ocupada' como para hablar en estos momentos"

Las palabras de Yuuma hicieron que Minato abriera los ojos por estas declaraciones.

¡No tenía vergüenza en admitir lo que estaba haciendo, como si fuera algo normal y nada del otro mundo!

'Espera… ¿Hanae-san?'

El líder de Konoha se percató de ese nombre, por lo que su mente recordó el aura de aquella mujer llamada así, dándole una sensación amarga.

"¿Hanae…Morino?" – Preguntó dubitativamente Minato mientras que Yuuma solo le daba una sonrisa, ni afirmando ni negando esto.

Hanae Morino era la esposa de Isao Morino, un ninja que trabajaba en la unidad de interrogatorio.

Fue uno de los guardias asignados al cuidado de Yuuma cuando este llegó a Konoha por primera vez.

El matrimonio tenía dos hijos: el mayor, llamado Ibiki Morino, había logrado convertirse en Chunin hace casi cuatro meses; Idate Morino era le menor, quien había nacido a principios de este año.

"Bueno ¿vas a hablar o no? tengo un asunto entre mis manos y necesito atenderlo prontamente, así que habla ahora o vete"

Las duras palabras de Yuuma hicieron que el ego de Minato se sintiera herido.

Solo pudo aguantar la molestia, tranquilizarse y respirar de manera resignada mientras se ponía serio.

"Quiero… venganza" – Dijo el Hokage.

"Oh… ya estamos hablando de cosas serias" – Respondió nuestro protagonista mientras veía con curiosidad al ninja rubio – "Recuerda que yo no soy un buen samaritano que ayuda solo porque sí"

"Claro que lo sé"

El Hokage era consciente de que hacer un trato con Yuuma era hacer un pacto con el diablo, pero no importaba nada ahora.

Su vida había sido una completa farsa, por lo que se daría el gusto en hacerle la vida imposible a los responsables de esto, tomando por primera vez las decisiones en sus manos.

"Bueno, entonces solo te pediré una cosa" - Yuuma habló mientras sonreía.

Para cualquiera que lo viera, esa sonrisa podría ser un gesto bonito, pero para Minato parecía la expresión de un demonio… uno a quien estaba a punto de venderle su alma…


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Pequeño capítulo para ustedes, espero lo disfruten~

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