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51.61% DECAY: LAUGHING BOY / Chapter 16: EL ROL DE CADA UNO - PT I

章 16: EL ROL DE CADA UNO - PT I

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Midoriya Izuku era, en muchos sentidos, un muchacho diferente. Por un lado, las vacaciones de verano le gustaban menos que cualquier otra época del año debido a que durante esta épocas del año no podía evitarse sentir mas miserable de lo que ya era. Era gracias al maltrato de sus compañeros de clases en su época de escuela media que podía olvidar o mas bien ignorar estos pensamientos.

Claro, contraproducente y contradictorio pero beneficioso para no culparse el mismo a… el mismo.

Era casi medianoche y estaba tumbado en la cama, boca abajo tapado con las mantas hasta la cabeza, como en una tienda de campaña. Abierto sobre la almohada a su costado tenia un libro grande, encuadernado en piel pues este tenía en su interior información de la historia de los héroes. Izuku recorría la pagina con la punta de sus dedos , con el entrecejo fruncido, buscando algo que le sirviera puesto que a pesar de ser un chico muy inteligente y perspicaz, los últimos días desde que el ingreso a la academia de héroes y heroicidades a sido muy complicado para él.

Aunque el de pequeño haya soñado con ser un héroe y que a día de hoy haya mantenido aquella costumbre de apuntar en sus libretas todo lo que podía de los héroes, no era muy consciente de la historia de los mismos.

El necesitaba información.

Su dedo se detuvo en la parte superior de un párrafo que podía serle útil. Izuku aparto un mechón de su cabello que caía sobre su rostro pecoso, acerco su mirada y leyó:

"No hace mucho tiempo, un par de años despues de que comenzara a surgir los dones, las personas que no tenían quirks (Que a día de hoy se les conocería como Quirkless) sentían hacia los dones un especial temor, pero no eran muy duchos en reconocerlos. En las raras ocasiones en que capturaban a un autentico portador de quirks el atacarlo carecía de absoluto efecto. El portador de un don solo tenia que usar sencillamente su don para poder alejarse o librarse de los agresores."

Izuku se puso el dedo entro los dientes y busco bajo la almohada un lapicero y su cuaderno de anotaciones. Lentamente y con mucho cuidado puso la punta del lapicero sobre la hoja de papel y comenzo a escribir, deteniéndose a escuchar de vez en cuando los sonidos que su hogar dejaba escapar en la noche ya sea el gotero del grifo o el rechinido de la madera en los pasillos de aquel departamento viejo.

Apuntada aquellos datos históricos, el chico dejo caer el lapicero una vez mas sobre su almohada para dejar el libro de lado y dejar caer su espalda sobre su cama extendiendo sus brazos a cada costado del colchón. Entonces, sus dedos tocarían la cortina que estaba cayendo de la ventada al costado de su cama a lo cual este miraría por el rabillo de su hojo el entrecierro de la ventana. ―Que bonita.― murmuro levantándose hasta dejar su espalda erguida.

El acercaría su mano a la cortina abriéndola y dejando entrar un aire gelido. ―Shhhhg…― el rápidamente se tomo en brazos. ―Que frio…― comento dejando escapar una bocanada de aire gelido de su boca. ―Apenas estamos a inicios de años y hace frio, ¿Qué pasa?― apartando la mirada de la ventana el empujaría sus cortinas de vuelta a su lugar cuando pudo ver su mano derecha vendada de la muñeca.

El no pudo evitar recordar lo sucedido hace apenas unos días.

Se quedo pensativo por unos momentos observando su muñeca. ―Use One For All…― cada palabra de su boca era acompañada por un aire gelido mientras un sonrojo aparecía en su rostro acompañando sus pecas. ―Use One For All.― repitió una vez más. ―Use… ¡One For All!― como si no lo creyese el chico comenzo a pintar una sonrisa en su rostro. ―¡Use One For All!― poco a poco una ligera risa estaba apareciendo en escena.

―¡Use One For All! ¡Use One For All!― cerrando sus ojos y riendo a carcajadas inocentes el chico estaba emocionándose. Volviendo abrir sus ojos encontrándose con sus manos extendidas hacia delante poco a poco su sonrisa era borrada cuando su mirada juguetona termino vislumbrado su reflejo en aquel espejo en el mueble frente a su cama.

Aunque izuku seguía siendo demasiado pequeño y esmirriado para su edad, había crecido varios centímetros durante el ultimo casi año. Sin embargo, su cabello verdosos seguía como siempre; sin dejarse de peinar. No importaba lo que hiciera pel, el pelo no se sometía. Sus ojos verdes brillantes, y sobre sus mejillas, claramente visible entre su rostro aquellas ocho pecas divididas entre ambas mejillas.

―En unos meses tendré quince.― susurro por lo bajo dejándose caer sobre la almohada. Poco a poco el cerraría sus ojos para dejar todo en silencio.

"¿Qué si estoy bien? Estaría mejor si tu no estuvieras aquí."

Sus ojos se abrirían de golpe al haber vislumbrado en su cabeza aquella espalda perteneciente a la cabellera rubia tono cenizo. ―¿Qué…?― bramo con el ceño frunció mientras sostenía con fuerza su muñeca derecha. Él se encorvaría de lado en su cama encogiéndose hasta enterrar su rostro entre sus muslos.

[Kacchan…]

El no pudo evitar pensar en Bakugou Katsuki.

Había transcurrido ya una semana desde que Midoriya Izuku ingreso a la academia de héroes y heroicidades en la cual su misma persona se volvió por así decirlo, "Una estrella" entre los de primer años puesto que el tiempo no paso en vano. El rumor de que el chico o mas bien, "El niño que ríe" se encontraba cursando el curso de héroes resonó en los pasillos de U.A.

La U.A contaba con un total de tres cursos en primer grado siendo estos 1-A, 1-B y 1-C. Cada uno de esos grupos pertenecientes a primer grado ya eran conscientes de que el joven con el quirk de deterioro caminaba por sus mismos pasillo y aunque muchos no conocieran en total su aspecto, esto no tardaría en lo absoluto.

Esto claramente afecto a izuku de cierta manera pero como todos sabemos, a lo largo de su vida a sufrido grandes atracos sobre su persona desde abuso físico como psicológico a lo cual, lo que ahora sufría no era mas que un campo de flores para él lo que inconscientemente lo hacia sentir un poco en paz.

Sin embargo…

Bakugou Katsuki, un joven de cabellera puntiaguda de color rubia ceniza y un ceño muy fruncido siempre era el pilar de atención del chico peliverde puesto que durante la ultima semana este no dejo de ver cada movimiento de izuku. Y aunque no se acercara o dijera alguna palabra en su contra o contra él, izuku sabia perfectamente que bakugou estaba atento a cualquier cosas que hiciera o dijera.

Esto lo atormentaba en cierto punto.

No obstante, no terminaría solo ahí pues los demás miembros de su clase mantuvieron cierta distancia con el chico peliverde quien notoriamente ignoro. Él estaba acostumbrado a esto y como tal casi, casi lo agradecía a tal punto que el simple hecho de llegar a la escuela sin esperar unos buenos días o al irse, un "Hasta luego" le permitía caminar por los pasillos libremente, claro, exceptuando las filosas miradas de algunos conscientes de quien era.

Todo era paz y tranquilidad, todo lo pudo ser si no fuera por dos personas en especial.

―¡Deku-kun! ¡Deku-kun! ¡Espera!― justo a la hora de la salida de un día martes, el chico de cabello revuelto encogió sus hombros tomando fuertemente las hombreras de su mochila. ―¡GKHHH…!― los ojos de izuku se abrieron en grande apresurando el paso al escuchar la voz de aquella chica detrás suya. ―¡¿A dónde vas Deku-kun?!― la chica apresuro sus pasos caminando con los brazos abiertos.

Izuku miro por el costado de su hombro como la chica lo asechaba tan rápidamente que este se quedo en blanco. ―«¡Corree!»― fue lo único que pensó a lo cual sus pasos apresuradamente se acercaban a la entrada de la U-A en donde si tuviera suerte, él podría alejarse lo suficiente para despistarla pero nada de esto pudo servir puesto que encima de izuku una sombra se poso opacando la luz del sol atardecido.

―¿A dónde tan veloz Midoriya?― izuku se detuvo de golpe y levanto su mentón encontrándose con aquel joven de gran sonrisa. ―¿N-no tenemos prohibido usar nuestros quirks fuera de la academia?― pregunto a tapujos izuku. ―Aun no estoy afuera.― respondió sonriente apuntando con su mirada hacia el suelo donde los pies de izuku estaban a un escaso medio centímetro de la salida.

[Carajo…]

Él había sido atrapado por las aquellas únicas dos almas que durante esta ultima semana no lo habían dejado en paz.

Ochako Uraraka y Shimura Tenko.

―¡Mira, mira, Shimura-Kun!― la chica extendió un colguije de la heroína trece hacia el joven pelinegro. ―¡Miro, miro, Uraraka-chan!― el joven apunto su mirada hacia el colguije. ―¡Trece chiquita! ¡Trece chiquita!― comenzo a repetir tomando al colguije. ―¡Trece chiquita, trece chiquita!― repetían en unisonó en aquellos asientos del tren mientras que entre ambos se encontraba izuku hecho bolita mirando a la nada.

[¿Por qué a mí?]

Los ojos de izuku parecieron encenderse una vez mas y el levanto la mirada hacia cada lado observando con detenimiento a aquellos chicos que lo acompañaban. Ciertamente a él le parecía muy curioso la actitud de cada uno de ellos. Alegres, despreocupados y realmente amigables y amables a lo cual izuku solo podía describir como raro.

Claro, pues toda su vida se vio rodeado de personas claramente despreciables, bueno, personas que lo trataban como una miseria en vida a lo cual el llego a pensar en un punto que las personas suelen ser así desde el nacimiento. Y aquellas que alguna vez lo trataron bien sea por no reconocerlo o de plano no saber quien era él, para izuku esas personas solo pensaba que eran una creación de su mente pero, justo ahora el, con aquella expresión con ojos hundidos y labios encimados se dio cuenta que no era así.

[¡Son reales!]

Las personas amables son reales.

[Esto es tan complicado.]

Sus ojos se entrecerraron hasta que el brillo de ellos desapareció. ―Oigan…― tan débil como el soplido de viento, sus palabras apenas llegaron a los oídos de ambos chicos cuando el tren anuncio la siguiente estación. ―¿Eh? Esa es mi estación. ¡Bueno!― la joven castaña, Uraraka Ochako tomo su bolso y se coloco de pie cuidando la falda en su cintura evitando que esta se sacudiera a lo loco. ―Shimura-Kun te veo mañana. Hasta luego Deku-Kun.― con una sonrisa la chica amable avanzo hasta la puerta del tren. ―¡Adiós Uraraka-Chaaaaan!― con una mano alzada como la vela de un barco, el chico peli oscuro la agitaba de lado a lado hasta que poco a poco el tren se detenía.

Izuku alzo el mentón y dejo salir una sonrisa fingida sacudiendo solo su muñeca temblorosamente. Ante esto, la joven castaña encogió un poco sus hombros algo desanimada y cuando trato de decir algo, ella en automático tuvo que salir del tren. Las puertas se cerrarían tras esto y la chica se quedaría de pie dejando que el tren se fuera detrás suya totalmente derrotada.

Frustrada por esto solo cerro sus puños puesto que ella y Tenko habían durado toda esta semana intentando congeniar con izuku pero este parecía alejarse más y más de ellos.

¿Cuál era la razón?

―¿Sigue sin molestarte que te llame Deku-Kun?― pregunto Tenko mientras izuku levantaba sus hombros. ―¿Qué?― algo sorprendido por la pregunta, su reacción fue algo exaltada. ―Tu sabes, despues de todo si no mal recuerdo "Deku" es un insulto, ¿No?― volvió a cuestionar a lo cual izuku miro confundido. ―¿Cómo lo sabes?― pregunto. ―¡Yo se muchas cosas!― exclamo alzando su dedo índice. ―Nah… mentira, solo lo escuche de ese tipo cuando hablaba con Ejiro-kun.― explico con desdén. ―¿Ejiro…?― se quedó estático al momento de escuchar como lo llamaba.

―Tengo mis facilidades para hacer amigos.― contesto con una risa brumosa. ―Aun así…― entonces esa sonrisa infantil se transformó en una expresión seria. ―Me es tan difícil hacerme amigo tuyo al igual que Uraraka-Chan.― el encimo su pierna encima de la otra mientras recargaba su mentón sobre su dorsal.

Izuku trato de responder.

"Me haces sentir incomodo…"

"Traes abajo el ambiente."

"Agradece que estoy comiendo contigo."

Su boca se cerro de golpe y su cabello cayó sobre sus ojos. Fue entonces que el pudo recordar algo, un par de labios, solo eso. Eran un par de labios en un mundo sin colores los cuales se acercaban a él como el espeso humo de un cigarro.

"No puedo hablar más contigo."

Un par de ojos cansados vinieron a su mente.

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"Cuando estoy contigo, me haces sentir tan incomoda."

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[No, es mi culpa.]

―¿Por qué?― sin temor ni temblor, izuku hablo. ―¿Por qué insisten tanto en acercarse a mí?― entonces esto tomo por sorpresa a Tenko quien separo su mentón de su dorsal. ―Solo deberían alejarse, mantenerse cerca de mí solo les traerá problemas Shimura-San. Yo…― izuku sentía un remordimiento en su corazón pero no era por que estuviera alejando a aquel chico, era por que no soportaba tenerlo de frente sabiendo una cosa de sí mismo. ―…soy patético.― sin valor para mirarlo a la cara solo dejo escapar con su temblorosa voz.

[No… si están conmigo entonces…]

Izuku miro entre los mechones de su cabello a las personas en aquel vagón las cuales apuntaron aquellas miradas hacia él. Toda su perspectiva estaba temblando, se estaba desagarrando en un color carmesí agrietando su vista. ―L-lo escucharon…― cada vez le era más difícil el hablar. ―Quizas no lo sepas con certeza pero esos rumores que tengo por seguro que tanto tu como Uraraka-San han escuchado son todos ciertos.― sus manos temblorosas pegadas a sus muslos se elevaron.

―"El niño que ríe" ese tipo de persona es la que soy. Estar ahora mismo en la academia ya es un milagro. Yo me aprovecho de las personas eh incluso con que cruce esa puerta cada mañana estoy manchando el nombre de la escuela, no puedo pedir algo tan egoísta como amigos. No… no quiero…― sin poder terminar, este fue interrumpido. ―No quieres sentirte decepcionado, ¿Otra vez?― los ojos de izuku buscaron entre sus mechones la escapatoria pero sin poder mirar a otro lado encontraría las manos de Tenko quien tomaron sus hombros.

―No tienes por que mirar a todos lados, nadie te esta viendo.― durante esta ultima semana Tenko noto muchas cosas de izuku. Como esta persona no dejaba de ver alrededor suyo con aquella cara que parecía derretirse a cada segundo. ―¿El niño que ríe?― tenko pregunto consiguiente el reiría. ―¡Que nombre tan estupido!― abucheo. ―Tu eres Midoriya Izuku, un aspirante a Héroe en la academia de Héroes U.A. No eres mas que eso ni menos que eso.― los dedos de Tenko se cerraron un poco mas apretando los hombros de izuku.

―Cuando te veo, siempre estas sumido en tus pensamientos. Y por eso mismo se que todos esos pensamientos tuyos los mantienes para ti mismo y déjame decirte que si lo haces así solo seguirás haciéndote daño.― Tenko no podía ignorar el hecho de que todos los días Midoriya Izuku era el primero que llegaba y el ultimo que se iba, ¿Por qué razón? Era para no causar problemas.

Una persona rodeada de miseria que trata de no embarrar a otras en ella misma. ―Siempre intentas hacer todo tu solo y asumes la responsabilidad por ti mismo y no se que tanto hayas pasado por eso pero puedo imaginarlo. Por qué de todo corazón se que tu crees que nadie se preocupa por ti pero…― mientras las palabras de Tenko fluían como un rio, izuku se sumía mas y mas en su despreciable y triste persona.

[Soy deficiente, yo soy esa clase de persona…]

―Como dije, no tengo idea de que tipo de vida has pasado pero cuando te veo…― Tenko guardo un corto silencio en su cabeza solo pudo ver una cabellera oscura ondulada sacudiéndose al viento delante suya. ―No puedo evitar pensar que esta mal y eso…― ahora el fue interrumpido secamente. ―No debes preocuparte por mi.― expreso izuku empujando las manos de tenko.

Izuku se pondría de pie tomando sus cosas y caminando hacia la puerta.

―Midoriya…― llamo tenko. ―No, Shimura-San…― detuvo el pecoso. ―No pido que de un día a otro seamos amigos, ¿Sí? Solo quiero que lo intentes. Quiero que lo sepas, no estas solo. ¡Uraraka-Chan y yo te vimos!― expreso refiriéndose a lo sucedido en la prueba. ―No se trata de solo querer probar algo. Uraraka-Chan y yo te vimos y eso debe ser suficiente. Nosotros estamos aquí por que queremos ser amigo de esa persona que se puso delante nuestro y nos ayudó. Si tan solo lo tomaras con calma eh hicieras que nosotros lo entendiéramos…― izuku apreto con fuerza los tirantes de su mochila.

Pero esto no era por que estuviera molesto por las palabras de Tenko. ―No hace falta entenderlo.― era por que estaba molesto consigo mismo. ―Solo basta con que tu y Uraraka-San se alejen de mi antes de que los manche.― Tenko se puso de pie y el trato de hablar. ―No tienen por que culparse al verme así todos los días, ya estoy acostumbrado… despues de todo estoy maldito.― tenko apreto con fuerza el pantalón de sus muslos. ―No importa lo que haga o donde este, no tengo nada que ver con nadie de ustedes.― él no lo decía por lastimarlos, él lo decía porque no quería lastimarlos.

[Las personas son un peligro inminente.]

Tenko no podía decir nada, esa sonrisa suya que acostumbraba todo el tiempo y ese tono de niño que usaba casi el día entero lo que provocaba un ambiente sano con todos, ahora mismo solo era un sabor agrio.

[Todas las personas son un peligro y mas si las acercas a algo peligroso, como yo.]

―Midoriya…― Tenko dio un paso hacia delante. ―Yo no puedo saberlo, quiero saberlo pero no puedo. Solo puedo tener una idea.― de nuevo aquella larga cabellera apareció ante Tenko. ―Seguir un camino así solo hace que te pierdas a ti mismo.― Tenko cerro con fuerza sus puños.

El ahora mismo sentía un inmenso dolor en su pecho.

―Shimura-San…― el tren se detuvo. Tenko alzaría su mirada y se encontraría con una sonrisa de parte de izuku.

[No es eso Shimura-San, no se trata de que no quiera decepcionarme de la gente… yo no quiero volver a decepcionar a nadie. Yo estoy cansado de todo estoy pero aun así solo puedo seguir adelante y hacer lo que debo hacer. Yo… tengo que corresponder su confianza.]

Aquella mano que emerge de la luz y se hunde en la oscuridad sacara de este aquella alma necesitada.

[Lo hare solo… lo tengo que hacer solo.]

―Uraraka-San y Shimura-San son personas muy amables para que se acerquen a alguien tan podrido como yo.― con esa sonrisa ni si quiera flaqueo en esas palabras dejando atónito a Shimura quien nuevamente recordó esa cabellera pero esta vez con una voz la cual lo llamaba, "Hermano" era la voz de una niña.

[Ustedes son del tipo que ayudaran a todo el que necesite sin dudarlo aunque terminen en lo mas profundo del abismo y eso es algo que yo no puedo dejar que hagan, despues de todo ese es mi rol. Yo soy quien debe hundirse y salvar mientras personas como ustedes tienen que guiar a las personas que salieron del abismo hacia la luz, yo solo soy el medio para que lleguen a ustedes.]

Izuku se dio la vuelta al completo cuando en un fragmento de segundo solo pudo recordar a bakugou.

[No puedo culpar a nadie más de mis errores.]

El pecoso saldría del tren dejando a Tenko solo.

"Las personas a tu alrededor solo sufrirán el mismo dolor que tú."

[Yo…]

Con firmeza y sin una pizca de tristeza izuku avanzo hacia delante.

[No dejare que nadie más sufra mi infierno.]

A unos cuantos kilómetros de ahí, el joven Bakugou Katsuki se encontraba frente a su espejo mientras su mochila caía detrás suya y las vendas fluían hasta el escritorio debajo de su mentón. El miraría su mano cubierta de cicatrices en forma de grietas que avanzaban por encima de su codo hasta casi su hombro.

Tomando su muñeca y recargando su frente contra espejo, el miraría su reflejo.

―Midoriya… mentí.― Tenko cayo de lleno al asiento del vagón sorprendiendo a las personas alrededor. El solo enterro su rostro en sus piernas mientras se lamentaba. ―Yo entiendo a la perfección…― no tuvo el valor de decirlo, él no podía decir "Lo entiendo" no era la persona quien debería decirlo y quizás aquella persona quien pensó que podría ayudarlo no debería hacerlo pero, despues de todo esa otra persona que ha sufrido lo mismo que izuku es justamente su… hermana.

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˂Midoriya… Eres del tipo de personas que no sabe depender adecuadamente de nadie.˃

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Tenko fue derrotado aquel día.

CAPITULO XV: FIN.

[El no desea mesclar la felicidad de las personas con su miseria por lo cual el luchara solo contra su oscuridad sin darse cuenta que la sombra de su pasado sigue ahí, frente suya y en una lucha encarnizada dejara salir todos sus verdaderos colores. Bakugou Katsuki y Midoriya Izuku darán una vista a su presente.]

Proximo capitulo: El rol de cada uno. PT2

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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