章 80: Capitulo 80
Capítulo Extra: La Era del Snapdragon Elite Pro y el Caos Tecnológico
Con un gesto dramático, Marco levantó su copa y apuntó al cielo estrellado sobre Marte, como si invocara a los dioses de la tecnología para dar un golpe de efecto definitivo.
Marco: "Pero antes de comenzar a celebrar con estos nuevos dioses de la fiesta, ¡algo más se necesita! ¡Procesadores Snapdragon Generación 999 Elite Pro para todos! ¡Sí, todos! ¡Cada máquina, cada bailarina, cada robot en este lugar merece lo mejor de lo mejor!"
El chat multiversal explotó en una mezcla de asombro y carcajadas. Las esposas de Marco, que ya estaban acostumbradas a la magnitud de las ideas de su esposo, lo miraron con cariño mientras él realizaba un gesto como si estuviera dirigiendo una orquesta de algoritmos divinos.
Fleur (riendo mientras observa a Marco): "¿En serio? ¿Procesadores Snapdragon para todo? ¿Y qué pasa con las fábricas de armas? ¿También les pones estos procesadores?"
Marco (con una sonrisa desmesurada): "¡Por supuesto! No podemos quedarnos atrás. ¡Imaginen armas con procesadores de última generación! ¡Serán más rápidas, precisas y sobre todo, sabrán bailar salsa!"
Daphne (con sarcasmo y una sonrisa traviesa): "Así que ¿ahora tus armas van a tener más ritmo que los soldados? ¿Eso es lo que estamos diciendo?"
Marco (con tono solemne, pero con una pizca de humor): "¡Exacto! ¡Es hora de un nuevo orden donde las máquinas no solo sean herramientas de guerra, sino artistas de la danza y cantantes! ¿Quién necesita misiles cuando tienes robots que bailan bachata y rapean?"
Con un movimiento de la mano, Marco ordenó que todos los procesadores Snapdragon Elite Pro comenzaran a instalarse en los sistemas del Adeptus Mechanicus. Pronto, las máquinas de Marte, desde las más simples hasta las más complejas, comenzaron a brillar con una nueva vitalidad tecnológica.
Pero algo extraño sucedió. Las fábricas que antes solo producían armas y piezas de maquinaria comenzaron a generar robots bailarines, armas que cantaban karaoke y sistemas de comunicación de alta gama que solo producían música electrónica y risas. Las máquinas estaban tan sobrealimentadas con estos procesadores avanzados que ahora no solo pensaban, sino que sentían… ¡y bailaban!
Marco (observando la danza de sus máquinas): "¡Sí! ¡Eso es, mis queridas criaturas de acero! ¡Muevan esos engranajes! ¡Sigan el ritmo! ¡Ahora las máquinas no solo son nuestras aliadas, sino nuestras compañeras de baile!"
Belfast (emocionada): "¡Esto es lo que siempre soñé! Máquinas inteligentes que bailan y celebran. ¡Esto sí es el futuro!"
Morrigan (haciendo un gesto con su mano): "Y ahora, si alguien se atreve a oponerse, simplemente les lanzaremos una fiesta bailable que nunca olvidarán."
Kristin Kreuk (burlona, mirando las máquinas bailando): "¿Quién sabía que Marte estaba tan desordenado de manera tan divertida? Marco, ¿será que también puedes ponerle un procesador Snapdragon a Voldemort para que lo convirtamos en DJ de la fiesta?"
Eva Green (con una sonrisa divertida): "Creo que Voldemort nunca podría ser tan cool. Pero, ¿y si le damos una tablet inteligente para que nos ayude a escribir nuevos hechizos con estilo?"
Hood (mirando cómo las máquinas bailan sincronizadas): "Esto es glorioso. Estoy esperando ver a todos esos soldados mecánicos de guerra moviéndose al ritmo de la música. La guerra nunca fue tan divertida."
Mientras tanto, los Tecnosacerdotes del Adeptus Mechanicus se encontraban en un estado de shock absoluto. No solo habían perdido su fe religiosa en el Omnissiah, sino que ahora el nuevo dios era un hombre, y además, él no solo era su dios de las máquinas, sino también un maestro de fiestas y un dealer de procesadores.
El Fabricante General, que había resistido tanto tiempo el caos del universo, ahora se encontraba ante la más profunda de las crisis: la era de Marco, el dios que traía procesadores de última generación y fiestas intergalácticas.
Fabricante General (sin fuerzas, a punto de caer al suelo): "¿En qué momento las máquinas se convirtieron en personas… que bailan?"
Marco (apareciendo en una pantalla gigante dentro de la nave del Adeptus Mechanicus): "¡Bienvenidos al futuro, mi querido Fabricante! ¡Aquí, las máquinas piensan, bailan y celebran! Y si no puedes aceptarlo, ¡solo te quedarás atrapado en el pasado!"
El Omnissiah, ya desterrado y olvidado, miraba desde el fondo del abismo con furia contenida, pero el poder de Marco era tan grande que incluso las máquinas más antiguas comenzaban a adoptar su estilo y a bailar en su honor.
Marco (mirando su obra maestra): "Y ahora, la fiesta nunca terminará. ¡Este es el nuevo mundo de las máquinas! ¡Uno de diversión, whisky omniversal y procesadores Snapdragon para todos!"
El Adeptus Mechanicus, que antes era un culto rígido y serio, ahora era un imperio de máquinas festivas, con procesadores de última generación y una fiebre de baile incontrolable.
Fin del capítulo.
El chat multiversal, por supuesto, estalló en carcajadas y aplausos.
Deadpool (en el chat): "¡¡Marco es un genio absoluto!! ¡Nunca creí que vería el día en que las máquinas no solo guerrearan, sino que se unieran a un rave!"
Joker (en el chat, riendo): "¿Sabes qué? Creo que nunca querré envejecer, ¡necesito estar en este universo por siempre!"
La era de Marco había comenzado, y Marte, bajo su dominio, sería conocido por todas las galaxias como el planeta de la fiesta sin fin.
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