Capítulo: "Las Estatuas del Caos: El Asalto al Altar"
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Escena: El altar sagrado del Adeptus Mechanicus en Marte
En el corazón del planeta rojo, el Adeptus Mechanicus mantenía su altar sagrado al Omnissiah, un lugar de reverencia y tecnología avanzada que veneraban con devoción absoluta. Sin embargo, la calma de aquel santuario se rompió cuando algo insólito apareció: varias estatuas nuevas, majestuosas y perfectamente detalladas, de las esposas de Marco. A su lado, la estatua de Marco seguía en pie, con una sonrisa desafiante, y la inscripción grabada en su pedestal ahora era un mensaje provocador y caótico que decía: "El Omnissiah es gay".
Fabricante General: temblando de ira, mirando las nuevas estatuas
"¡¿Qué… qué… profanación es esta?! ¡¿Quién osa mancillar el altar sagrado del Omnissiah?!"
Los otros adeptos a su alrededor estaban igualmente horrorizados, observando las figuras de Hood, Belfast, Daphne Greengrass, y Fleur Delacour, cada una inmortalizada con gran detalle. Sus expresiones reflejaban una mezcla de serenidad y poder, como si estuvieran allí para retar a cualquiera que dudara de su presencia.
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Escena: Transmisión en el chat multiversal
Las chicas en el chat multiversal, al enterarse de que ahora tenían estatuas junto a Marco en Marte, no podían contener la risa. La idea de ser veneradas en el altar de una facción tan seria como el Adeptus Mechanicus resultaba cómica e irónica.
Belfast: riendo elegantemente
"Ah, parece que ahora somos deidades en el planeta rojo. Marco, querido, realmente sabes cómo hacer una declaración."
Fleur Delacour: divertida, con un toque de coquetería
"Jamais pensé que tendría una estatua en Marte. Pero, mon cher Marco, debo admitir que es… encantador."
Hood: riendo suavemente mientras observa la transmisión del altar en caos
"Bueno, si el Adeptus Mechanicus quiere venerar algo, que al menos sea con estilo."
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Fabricante General: llevándose las manos a la cabeza, al borde de un colapso
"¡Esto es una herejía! ¡Una blasfemia! ¡El Omnissiah será vengado! ¡No podemos permitir que estas… figuras permanezcan en nuestro altar!"
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Escena: Reacción de Marco en el chat
Marco: riendo a carcajadas mientras observa la transmisión en directo desde el altar de Marte
"¡Oh, vamos, Fabricante General! Solo quería darle un toque moderno al lugar. Ahora tiene un poco más de… diversidad."
Joker: riéndose como loco
"Marco, te has superado. ¡Esas estatuas son arte en su máxima expresión! ¿Y esa inscripción? ¡Obra maestra!"
Deadpool: aplaudiendo con entusiasmo
"Esto merece un premio multiversal a la mejor broma. ¡Quiero verlo en mis cómics ya! El pobre Fabricante General parece a punto de explotar."
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Escena: El Fabricante General intenta destruir las estatuas
En un ataque de rabia, el Fabricante General ordena a sus adeptos destruir las estatuas. Pero a medida que lanzan rayos láser, armas de plasma, e incluso explosivos sagrados, las estatuas permanecen intactas. Cada intento de demolerlas solo parece reafirmar su permanencia.
Fabricante General: desesperado, arrodillándose ante el altar
"¡¿Cómo es posible que no se destruyan?! ¡El Omnissiah, protégenos de esta burla!"
Marco: riendo desde el chat, dirigiéndose al Fabricante General
"Ah, lo olvidé mencionar. Esas estatuas están hechas de un material indestructible. Puedes intentarlo todo, pero ahí se quedarán, recordándote quién manda."
Batman: mientras suelta una risa involuntaria en el chat
"Marco, creo que acabas de desatar una crisis en Marte. No había visto al Adeptus Mechanicus tan… desesperado."
Superman: tratando de contener la risa
"No sé si deba apoyar esto, pero… admito que es una obra de arte en el caos."
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Escena: El Fabricante General se rinde
Finalmente, después de horas de intentos fallidos, el Fabricante General se desploma, exhausto y derrotado. La inscripción en la estatua de Marco parece brillar más fuerte, como si el mensaje fuera una declaración irónica e inmortal.
Fabricante General: susurrando en derrota
"Que el Omnissiah nos perdone… No podemos eliminarlo. Debemos… debemos convivir con esta burla."
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Epilogo: Chat Multiversal
Marco: orgulloso en el chat
"Bueno, chicas, parece que ahora somos oficialmente deidades en Marte. ¿Quién se apunta para el siguiente altar?"
Hood: con una sonrisa tranquila
"Oh, querido Marco, ¿por qué conformarse solo con Marte? Podríamos ir por otros planetas."
Daphne: riendo
"Tal vez algún día visitaremos el altar, aunque parece que ya estamos dejando nuestra marca… para siempre."
El chat entero estalla en risas mientras el Fabricante General, resignado, se retira en silencio, dejando las estatuas de Marco y sus esposas como las nuevas e indestructibles "deidades" en el altar del Omnissiah. El Adeptus Mechanicus nunca volvería a ser el mismo.