—Necesito tu ayuda, estoy segura que aceptarás.
—Ahora todo el mundo anda buscándome, ¿Acaso tengo un sello en la frente diciendo que ofrezco servicios?
—Que buen humor tienes, pero no creo que te quede de otra; a menos que quieras que diga sobre tu esposa e hija, que andas viéndote con ellas a las espaldas de los Roberts. No creo que sea algo que te convenga, ¿O si? — le agarré el brazo bruscamente y la llevé al callejón que estaba un poco más al frente, y la pegué contra la pared, poniendo mi mano en su cuello—. Que agresivo eres, me gusta.
—¿Con quién crees que estás jugando? No deberías ir amenazando a medio mundo, y mucho menos mezclando a la familia de los demás. ¿Tan poco valoras tu vida, perra?
—Te estaban siguiendo hace poco, y tuve que deshacerme de la persona porque iba a contarle a los Roberts sobre esto. ¿Te imaginas qué hubiera sucedido? Acabo de salvarte el trasero, ayudarme es lo menos que puedes hacer.
—Las cosas se piden de una manera amable, no a base de amenazas. Empezaste con el pie izquierdo conmigo, y eso no lo soporto. No querrás conocer cómo me pongo cuando meten a mi familia en esto.
—Suéltame el cuello o dile adiós a tu hermosa familia. En este momento tengo un amigo que debe estar esperando a que lleguen a la casa de Akira para apuntarle en la cabeza a tu amada esposa. ¿Crees que vendría a enfrentarte, sino tuviera la forma de persuadirte? Deberías calmarte por ahora, pequeño diablillo— no tuve de otra que dejar ir su cuello.
—Como algo le suceda a mi familia, te aseguro que voy a despedazarte viva.
—Uy, que miedo. Alma negra sacando los cuernos y los colmillos, hasta hace que te ame más.
—Deja tus estúpidas burlas y habla de una puta vez, ¿Qué buscas? ¿Y cómo es que sabes sobre mí?
—Soy hermana de Alexa, ya la conoces. Resulta que se puso en contacto conmigo hace unos días y me dijo que te buscara, ya que no podía contactarte y porque los movieron del área en donde estaban. No sabe dónde están ahora, pero quiere que los ayudes a salir de ahí. Solo tú puedes hacerlo.
—Ya ni me acordaba de esos dos, ya los hacía muerto. ¿Solo por esta estupidez eres capaz de amenazarme con mi familia?
—A los hombres como tú hay que tratarlos con la puntita del dedo, porque sino, se vuelven locos como hace un momento. Estuve investigando sobre ti, y fue como di con la casa de Akira, que por cierto, somos buenos amigos también. Si pudiera ayudar a mi hermana, quizá no tendría que acudir a ti, pero eres quien tiene el poder ahora. Vi como mataste a Kleaven y a su esposa.
—Yo no maté a nadie, él se mató solito. Por otro lado, debería dejarlos morir, al final de cuentas, Kwan era un traidor.
—Si los ayudas, te diré quién fue el que les tendió una trampa y los trató de matar poniendo esa bomba en el auto, que obviamente no son los Roberts, ni tampoco Kwan.
—¿Hay un tercero?
—Sí, lo que te puedo adelantar es que la persona que lo hizo, solo quería matarte a ti, porque está pendiente de tu mujer.
—¿Qué dijiste?
—Sí, tu esposa tiene un pretendiente, que es igual que tú, está buscando conquistarla, pero su forma de hacerlo es muy peligrosa. Está más cerca de ella, de lo que crees. Deberías darte prisa, no vaya a ser que se la lleve.
—Dame la información.
—Lo haré cuando ayudes a mi hermana.
—Los ayudaré, te doy mi palabra, pero dame esa información ahora.
—No, las cosas no funcionan así. Tan pronto cumplas con lo acordado, yo te diré todo lo que quieras saber.
—Si es cierto eso que dices, significa que mi esposa y mi hija están en peligro ahora, así que habla o te cortaré la garganta.
—Si lo haces no podrás sacar nada de mí — me hizo un guiño—. Ella conoce al hombre, pero tu no. Tan pronto hagas el trabajo, dile a Alexa que se comunique conmigo, así preparo a nuestra gente. Gracias por tu ayuda, Alma negra. Fue un honor y un gran placer el haber hablado contigo hoy— sonrió, antes de seguir caminando.
No la detuve, porque sé que aún si lo hago, eso no es garantía de que suelte la sopa.
¿Quién podría ser esa persona? ¿Quién puede haber puestos sus sucios ojos en mi mujer? Tengo que averiguar sobre esto.
Cada vez aparecen enemigos de todos lados, ya esto me está colmando la paciencia. Cada vez veo más lejos la forma de volver con ellas. Si esto continúa así, no sé si pueda volver a acercarme a ellas.