—¡¿Vivir en esta mansión?! Pero, ¿p-por qué? Yo no soy una sirvienta aquí, Mi Señora... —Meredith tartamudeó sorprendida.
Se sentía incómoda porque sabía que los aristócratas eran diferentes a los campesinos comunes. Dudaba que la Dama Aria—quien era una Princesa Real anteriormente—fuera lo suficientemente generosa como para permitirle vivir en una mansión sin razón.
—Estaba pensando invitarte a la mansión como criada. Pero como parece que no quieres eso, entonces, ¿supongo que te invitaré como amiga? —dijo Aria.
—¿¿Amiga?? —Meredith jadeó—. Mi Señora, yo soy solo una campesina. No creo que me esté permitido hacer am-amistad contigo...
Aria no esperaba que esta mujer fuera muy similar a Cisne. No solo hablaba como Cisne, sino que también tenía la misma mentalidad que ella.
Normalmente, un campesino se sentiría honrado de ser invitado a la mansión de un noble, especialmente como amigo, pero Cisne siempre actuaría nerviosa o asustada cuando Aria le decía que fuesen 'amigas'.