Yvette se desmayó y sus piernas flaquearon.
—Kamila, ¿qué quieres decir? —preguntó.
Kamila explicó con tono sollozante.
—Yvette, llegué al jardín de infancia con el conductor antes de que terminara la escuela.
—Sin embargo, la entrada al jardín de infancia estaba llena de gente que decía que estaban buscando a la hija de la mala mujer.
—Yvette, la mala mujer de la que hablaban eres tú. También dijeron que tenían un video.
—No sabía qué había pasado tampoco. Cuando pasé por la multitud, la maestra me dijo que ¡Belle estaba desaparecida!
Yvette se sintió como si le hubieran alcanzado un rayo.
En un instante, su rostro se puso pálido y perdió el equilibrio.
—Kamila, sigue buscándola. Yo estaré allí pronto. —dijo Yvette.
Stephen también lo escuchó. Sin dudarlo, arrancó el coche.
—No te asustes. Belle debe estar bien. Vamos a ver qué es lo que está pasando ahora. —tranquilizó Stephen.
Detrás de él, Lance se paró frente al coche.