Yazmin entró en pánico por un momento.
No creía en las palabras de Lance.
Yazmin hacía todas las cosas con cuidado. Pensaba que Lance no podría encontrar ninguna evidencia.
En la mente de Yazmin, Lance debía estar engañándola.
Yazmin negó con la cabeza y lloró:
—Lance, no hice nada para hacerte daño. Te quiero tanto. ¿Cómo podría hacerte daño?
Viendo que Yazmin todavía se negaba a admitirlo, Lance dijo fríamente:
—En ese momento, vine de Pittsburgh y fui al hospital cuyo director era amigo de tu padre para ver a Yvette. Entonces recibí las fotos. ¿Quieres que continúe?
Yazmin parecía preocupada. No esperaba que Lance investigara tan claramente.
Pero Yazmin no podía admitirlo. Si lo admitía, perdería a Lance en el acto.
Yazmin no pudo evitar llorar y agarró el brazo de Lance:
—Lance, no sé de qué me hablas. No tiene nada que ver conmigo. Créeme. No voy a hacerte daño.
Lance retiró su brazo fríamente y se alejó de Yazmin.