Los Clérigos regresaron un minuto después con miradas preocupadas.
—El fin del túnel ha desaparecido. Todo más allá de la primera cámara parece roca sólida, el túnel entero está oculto. Lo hemos marcado como la entrada de una Reliquia Sagrada, pero no estoy seguro de que alguien nos crea si no puede ver los cristales —informó el clérigo a Karl.
—Está bien. Cuando se abra nuevamente, no habrá duda de que conduce a la Reliquia Sagrada. Quizás es mejor de esta manera. Cualquiera que se tope con ello intentará abrir un portal en la pared, mientras que solo aquellos que deben saber entenderán que el túnel aparecerá cuando esté listo —respondió Karl.
Los estudiantes comenzaron a volver a empacar sus equipos en la mejor aproximación a su estado original, ayudando a aquellos que simplemente no lo lograban, hasta que todos estuvieron listos para moverse nuevamente.