—Chico malo, no me voy a molestar contigo ahora. ¡Me voy! —Hannah se rió y luego giró y corrió hacia afuera.
Brandon observaba su figura alejándose, su mirada se volvía más fría. Nunca había sentido tal aversión por ella antes.
Una vez, Hannah fue el objeto de su intensa persecución. Solían verse a escondidas, tener citas secretas, y aquellos momentos eran emocionantes y dulces.
Pero ahora, todo lo que sentía por Hannah era asco. Su fingimiento, su hipocresía, todo se le hizo tan evidente.
Sea como sea —pensó—. Paso a paso. Brandon decidió que si lograba conquistar a Ella, cortaría lazos con Hannah por completo.
...
Eran pasadas las ocho de la noche y Eric todavía estaba trabajando hasta tarde en la oficina.
Ella llegó al mostrador de recepción con su sopa crema de champiñones favorita.
—¿Podría avisarle que Ella ha venido a ver al presidente? —dijo tranquilamente a la recepcionista.