Era el mismo campo de hierba marchita. El mismo parche de tierra roja. El mismo cielo rojo deslumbrante.
Se sintió valiente antes, pero Zein no podía mentir que deseaba haber visitado este lugar con Bassena a su lado. Cada paso que daba hacia el sitio conmemorativo hacía que su collar se sintiera más pesado. En un momento, se detuvo. Dejó de caminar y simplemente miró fijamente al frente.
Su cuerpo sabía instintivamente, que este era el lugar. Este era el punto donde se había parado por horas mirando el fuego ardiente, llenando el cielo nocturno con el hedor de lágrimas y agonía. Este era el punto donde dejó atrás su antiguo nombre. 'Zen' había muerto aquí. Incluso si Umbra no hubiera desaparecido ese día, 'Zen' nunca volvería allí.