—Ah Shen, ¡quiero dormir unos minutos! —Se sentía somnolienta y un poco aturdida. Instintivamente abrió los ojos aunque solo podía ver imágenes borrosas y sus ojos no habían cambiado de color. Es como si se les hubiera drenado el color.
—Está bien... —Él murmuró suavemente dirigiéndose al pasillo de la suite presidencial VIP, no la llevó a la sala VIP que ocupaba la Niñera Wei sino que la llevó a la otra habitación vacía, Cheng Yi le abrió la puerta y entró.
Él pasó por la sala y entró al dormitorio antes de colocarla en la cama y arroparla. Encendió la calefacción asegurándose de que la habitación estuviera cálida y la cubrió con un pesado edredón.
—¿Quieres algo más? ¿Comida? ¿Agua? —Se inclinó observando su rostro tranquilo y los ojos cerrados pareciendo una bella durmiente, su cara estaba recuperándose y en poco tiempo, volvería a ser la hermosa Wei Wei de siempre. Aún se veía tan hermosa como siempre.