—Kimberlee. Esto es una sorpresa —Samantha levantó la vista desde su café, intentando ocultar su suspiro interior. Su amiga estaba frente a ella, luciendo exactamente igual que siempre—impresionante como siempre y, como Samantha había esperado, aquí por Aiden.
—¿Realmente estás sorprendida? —Kimberlee preguntó con una ceja levantada—. ¿No fuiste tú la que me envió un mensaje sobre Aiden y que él encontró a alguien nuevo?
—Sí te envié un mensaje —admitió Samantha, colocando su taza cuidadosamente mientras le indicaba a Kimberlee que se sentara frente a ella—. Pero te dije que olvides la idea de volver con él. Algo que sé que has estado esperando todo este tiempo. Él ha encontrado a alguien—una buena mujer.
—¿Y pensaste que eso me alejaría? —La voz de Kimberlee era calmada, pero había un filo agudo en ella.