Mientras Su Wenyue pensaba esto, sus intenciones eran buenas, sintiendo que la joven era enérgica y adorable. Sin embargo, su forma enfocada de comer llamó no solo la atención de Su Wenyue. Cuando los demás la observaban, las reacciones variaban. La mayoría, aunque despreciaban a la chica, optaban por ignorarlo pero había una mujer cuyo atuendo atraía las miradas. Ella observaba a la joven con una risa fría.
—¡Glotona, actuando como si no hubiera comido en ochocientas vidas —verdaderamente vulgar! —exclamó la mujer de forma despectiva.
Las cejas de Su Wenyue se fruncieron al escuchar una voz tan maliciosa, sin embargo, ella no tenía lugar para hablar. Después de todo, no conocía a la joven, y podía sentarse allí sin problemas solo por la tía la Señora Pei. Además, no sabía quién era esa mujer, y no era prudente involucrarse, no fuera a ofender a alguien con quien no podría permitirse tener problemas y causarle problemas a Han Yu. No obstante, su mirada se volvió hacia la joven.