```
An Hao llegó a la feria del pueblo vecino, donde la muchedumbre se agitaba, llena de artistas, vendedores y una calle en la entrada del pueblo completamente ocupada por ellos.
Después de soportar todo un invierno, la gente había comenzado a cambiar a vestimentas primaverales más ligeras, y An Hao notó que las jóvenes y mujeres casadas constituían la mayoría de la multitud en las calles.
Los puestos más animados eran aquellos que vendían comida y artículos de necesidad diaria.
Ya estábamos a mediados de los años 80, y la gente había comenzado a fomentar la idea de la venta callejera, lo cual también era alentado por el estado para que la fuerza laboral se involucrase en el comercio.
En los pueblos ligeramente más ricos, aparte de las cooperativas de abastecimiento y comercialización, algunos aldeanos habían establecido sus propias tiendecitas que estaban haciendo mucho mejor negocio que las cooperativas.