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Aunque había estado casada en la Familia Lu durante bastante tiempo, Feng Qingxue rara vez visitaba las casas de otras personas debido a que Lu Jiang necesitaba cuidado mientras estaba convaleciente en casa. Cuando salía de casa, era principalmente para visitar a sus tíos y tías.
Así que, cuando vio a Wang Jiao, quien a menudo la visitaba, Feng Qingxue estaba encantada, lo que alivió ligeramente el dolor de la partida de Lu Jiang.
A pesar de que Wang Jiao tenía muchos defectos, incluso extraños encontraban que era una candidata inadecuada para ser esposa, Feng Qingxue admiraba su espíritu despreocupado y la energía que era típica de esta era.
Esta Wang Jiao vivía cómoda y tranquilamente - era su especialidad.
—Prima, ¿ha llegado el tío? —preguntó Feng Qingxue directamente.
Considerando la hora, Wang Zhengguo debería estar de vuelta en casa; Lu Jiang también debería estar subiendo al tren.