Pensó en ello y aun así contestó la llamada, pero antes de que Li Hanxian pudiera hablar, lo maldijo directamente:
—¿Estás desocupado y entrando en pánico? ¿No tienes nada más que hacer?
—¡Si realmente no tienes nada que hacer, entonces devuélveme a los niños!
—Si no tienes intención de devolverme a los niños, ¡entonces no digas nada entre nosotros!
Después de decir estas palabras con enfado, colgó.
Se estiró cómodamente.
Dan Su entró corriendo, jadeando pesadamente y luciendo muy ansioso:
—Señorita Rong, no puedes bajar.
Al ver esto, Rong Shengsheng preguntó confundida:
—¿Qué pasó?
—Li Hanxian te está esperando abajo, probablemente con malas intenciones. Si bajas, hay una buena posibilidad de que algo suceda.
—¡Así que él está abajo! ¡Por eso me llamó! No te preocupes, ahora mismo no quiero verlo en absoluto, no bajaré.
Al oír esta respuesta, Dan Su suspiró aliviado, con eso, había cumplido la tarea asignada por Lan Xiyu.