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El semblante de Li Jinghong se mostraba extremadamente desagradable mientras decía con frialdad:
—Hermano mayor, ¡definitivamente voy a vivir más que tú! Mejor preocúpate más por ti mismo.
Li Wenhao simplemente apretó los labios, sin decir nada más, mientras que nadie más se atrevía a pronunciar palabra, pero sus miradas estaban todas dirigidas a Miaomiao y Qinqin.
———
—Presidente Li...
—Presidente Li, ¿cómo ha podido tener un accidente de repente?
En la habitación del hospital, Qin Lingling yacía junto a la cama, llorando desconsolada en la desesperación. Hasta el día anterior, había estado contemplando la idea de seducir a Li Hanxian para así poder echar a Yu Jinqing a un lado, pero entonces...
¡Su destino era demasiado miserable!
Habiendo casado en una familia acaudalada, al final fue expulsada.
Pensó que podría aferrarse a la cola del abrigo de Li Hanxian, pero quién iba a saber...
—Te has convertido en un vegetal. ¿Qué se supone que debo hacer ahora?