—¿Y ahora qué? ¿Planeas retractarte otra vez? —El aliento del hombre era abrasador, y la fuerza en sus manos era aterradoramente poderosa. Era evidente que se estaba enojando.
—No, no es eso. Solo quiero tomar una foto para conmemorar el momento. —Mientras hablaba, Rong Shengsheng sacó su teléfono, soltó una risa tonta y luego tomó varias fotos rápidamente.
Los ojos de Li Hanxian estaban fríos, su expresión indiferente y gélida. La impaciencia y el fastidio en sus ojos eran inconfundibles. Sabía que Rong Shengsheng tramaba algo malo, seguramente maquinando a sus espaldas otra vez, pero, hiciese lo que hiciese, él no tenía ganas de interferir.
Después de tomar las fotos, Rong Shengsheng las envió rápidamente a Rong Wanwan con un mensaje:
—Tomé estas en secreto esta mañana. Li Hanxian se levantó temprano para escribir tu nombre. Debe estar extrañándote terriblemente.