Hablando del rey de Roma —justo cuando Zheng Lingling volvió a su asiento, Zhu Baoguo regresó con una cara de pocos amigos—. Xiao Qiao, ¿realmente has decidido escoger la clase de humanidades? Claramente, puedes hacerlo muy bien en tus asignaturas de ciencia. Has conseguido la nota máxima en casi todas ellas. ¿No crees que es una pena si no estudias en la clase de ciencias? ¿El profesor Liu ha hablado contigo sobre esto?
—No —Qiao Nan negó con la cabeza—. Mis notas en las asignaturas de ciencia son buenas, pero tampoco nunca he tenido malos resultados en las humanidades. Por eso, el profesor Liu no tiene problemas con respecto a qué curso decida tomar.
—Zhu Baoguo frunció el ceño. Había un destello en sus ojos. Era evidente que Zhu Baoguo estaba en un dilema en ese momento—. Bien, entonces humanidades. Que así sea.