El rumor era muy claro. Zhu Baoguo fue golpeado por un grupo de gamberros y si no fuera por la hija menor de la familia Qiao, habría muerto.
Para otros, pensarían que la hija menor de la familia Qiao era realmente bondadosa y tuvo el coraje suficiente para ayudar a Zhu Baoguo. Pero para algunas personas, este rumor era una mala noticia.
Zhao Yu se había encerrado en su habitación desde el domingo. No deseaba salir, y ya había tenido suficiente de los regaños de su madre.
—Zhao Yu, ¿escuchaste eso? En el futuro, no vengas a casa sola, camina a casa con tus compañeros. Además, si te encuentras con incidentes como estos, no trates de meterte y aléjate. Esa joven debe contar sus estrellas de la suerte, si los gamberros también la hubieran perseguido a ella, los dos podrían haber muerto allí. —dijo su madre.
Su madre no dejaba de regañar, estaba asustada de su juicio.
—Mamá, ya basta. Entiendo. —respondió Zhao Yu rodando los ojos. No todos se encuentran con incidentes como este.