Especialmente aquellas voces que los discutían a ella y a Adam Jones como novios, lo que provocaba que Elly Campbell frunciera el ceño ligeramente.
En cuanto a Adam Jones frente a ella, no estaba claro si había oído esas discusiones, ya que de vez en cuando sus labios se curvaban hacia arriba.
Suprimiendo el aleteo inexplicable en su corazón, Elly Campbell miró hacia Adam Jones frente a ella y dijo:
—Gracias por lo de ahora.
Extendió su mano y empujó el menú que tenía delante hacia Adam Jones, añadiendo:
—Presidente Jones, pida lo que quiera.
Adam Jones la miró, dejó los utensilios que tenía en la mano, cogió una toalla húmeda que había a su lado y la presionó suavemente en las comisuras de sus labios. Frente al rostro atento y poco común de Elly Campbell, levantó una ceja y dijo:
—He descubierto que eres bastante realista, mujer.
Elly Campbell no sabía por qué había dicho eso; simplemente movió ligeramente las cejas y lo observó en silencio.