Kitty obedeció, dejó su pincel y se levantó.
Sin embargo, Tony no pudo levantarse durante mucho tiempo. Su rostro estaba sonrojado y dijo con voz débil —Hermana Savannah, me duele la cabeza.
Savannah pensó que estaba fingiendo estar enfermo para no ir a dormir, pero cuando tocó su frente, supo que algo andaba mal porque estaba ardiendo.
Tony no estaba bien de salud. Debió haber cogido un resfriado, pero no le dijo a nadie.
La fiebre era algo grave para los niños.
—Kitty, por favor informa al director que llevaré a Tony primero al hospital cercano —Savannah levantó a Tony y salió, detuvo un taxi en la puerta y se subió.
Unos diez minutos después, el coche se detuvo en el hospital.
Savannah entró apresurada al hospital con Tony en brazos y se registró.
El doctor tomó la temperatura de Tony y le dio una inyección de penicilina para bajar la fiebre.