—¿Plagio? —Xu Ke soltó una risita—. El plagio es muy común. ¿Cómo pueden afirmar que la Corporación Shen les plagió? ¿No es esta una acusación infundada?
Mo Rao se dio cuenta de que Xu Ke no era fácil de tratar y su expresión se volvió fría.
—Ya he enviado a alguien a investigar. Hay personas sospechosas en nuestra empresa que están cerca de la Corporación Shen. Estoy esperando que se encuentren las pruebas —explicó Mo Rao.
Xu Ke no le dio importancia y replicó:
—Presidente Mo, este tipo de cosas es muy común entre los empresarios, pero yo no soy un empresario. Solo me importan los resultados.
—Pero si quieres que trabaje contigo de nuevo, no es imposible.
Al oír esto, Mo Rao vio un atisbo de esperanza.
—¿Qué quieres? —preguntó Mo Rao.
Xu Ke sonrió mientras se apoyaba la cabeza con la mano. Entrecerró los ojos hacia Mo Rao y dijo:
—Duerme conmigo esta noche.
—¿Qué?! —Esta fue la primera vez que Mo Rao escuchó una solicitud tan ridícula.
あなたも好きかも