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Song Ning no pudo evitar suspirar mientras decía —Si mi madre aún estuviera con nosotros, los dos se habrían llevado muy bien...
An Ran sonrió y respondió —Si la Profesora Zhuang aún estuviera aquí, la habría acosado para que me aceptara como su estudiante y la seguiría por el resto de mi vida. No te preocupes. Incluso si la Profesora Zhuang no está, me aseguraré de que su legado, Zhuang Ji, perdure. Song Ning, creo que ella nos está mirando desde el cielo, así que tenemos que esforzarnos.
—¡Eso es correcto! ¡Tenemos que esforzarnos! —Song Ning no pudo evitar ser contagiada por el entusiasmo de An Ran. Siempre estaba llena de energía positiva cuando estaba con este grupo de personas.
...
Cuando la comida estuvo preparada, Jiang Jin acababa de levantarse de su siesta después de recibir su tratamiento de acupuntura. Como había descansado bien, estaba de buen humor. Cuando vio la mesa llena de platos, preguntó con timidez —Song Ning, ¿hay algo que no deba comer?