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El tema finalmente cambió a la próxima boda de Tang Zhinian. Él mencionó que ninguno de los dos estaba para perder tiempo, así que planeaban primero obtener el certificado de matrimonio, luego regresar al pueblo para unas cuantas mesas de banquete e invitar a todos los vecinos. Esto sería suficiente y no había necesidad de nada excesivamente extravagante.
Sin embargo, había un problema con la inscripción domiciliaria de Ren Li debido a que era de fuera de la ciudad. Solo trajo su tarjeta de identidad y se requería una carta de referencia para el matrimonio. Por lo tanto, Zhinian estaba contemplando pedir al pueblo que emitiera una carta de referencia.
—Déjame encargarme de esto a mí —el señor Lin se golpeó el muslo—. No te preocupes, mañana lo tengo resuelto.
Él estaba a cargo del registro domiciliario, por lo que era una tarea simple para él.
De hecho, resultó más fácil de lo que había dicho. Con una sola llamada telefónica, todo se solucionó.